La costa meridional de Haití no se limita a su mar y sus playas. Productos agrícolas y bonitos paisajes constituyen una mana que los habitantes de Côteaux explotan en favor de el turismo y la fe feligreses católicos.
Casas en reconstrucción, hoteles en obra, “adoquinage” de las calles… la ciudad de Coteaux acogió, del viernes 6 domingo 8 de julio, el noveno gran peregrinaje dedicado a Nuestra Señora de la Medalla milagrosa.
Esta pequeña ciudad con los pies en el agua y de una superficie de cerca de una decena de kilómetros cuadrados ya se ofrece como el rincon para “recargar baterias” por excelencia de las personas en búsqueda de entrega y ocios.
Con su santuario encaramado sobre más de 500 escalones, Coteaux se cuenta entre las ciudades de Haití que acoge más de visitantes por año.
Presidido por el nuncio apostólico, Mgr Mario Giordona, acompañado del vicario general de la diócesis del Cayes, Mgr Pedro Antoine Coulanges, y el Secretario General de dicha diócesis, el Padre Julien Almonacy, este peregrinaje semestral ha reunido por este 6 de julio más de mil de feligreses venidos de todas partes.
Ceremonias eucaristicas , conferencias, Ministerios de Curación y procesión a las antorchas, entre otras cosas, han marcado este peregrinaje sobre el tema: “O divina madre, hagas que obtengamos de Dios todas las virtudes que nos permitirían acercarnos al Cristo. ”
Venidos en señal de gratitud
Son en su mayoría los que vienen para agradecer a Dios su misericordia. Viergélie, 45 años, cargando en su brazo su niña de 18 meses, lo repite con fervor. Ella le debe su hija a la misericordia de la Virgen María. La de Côteaux. “He pasado más de seis años consultando médicos, explico. Es viniendo aquí que obtuve lo que quería de Dios. ”
“Es una fuente de inspiración intensa e inagotable que representa esta obra. Además de los peregrinos y los turistas, favorece el regreso de varios habitants de Côteaux (Côtelais) a casa”, señala a Aurèle Exama, iniciador del proyecto, que asocia únicamente las numerosas actividades de construcción al hecho de que el santuario Notre-Dame atrae a muchos visitantes.
Antes, explica el Sr. Exama, se practicaba el turismo de proximidad. “Cada habitante de la ciudad recibía en él uno de nuestros huéspedes”, se felicita como para elogiar la hospitalidad de los habitantes de su pueblo que han contribuido mucho al desarrollo del santuario hoy santuario nacional por decreto.
Una ciudad productiva y pacífica
El diseñador de esta caverna declarada “Santuario nacional” por el Arzobispo-Coadjutor de Puerto-Principe, Mgr José Sarga Miot, no va por cuatro caminos.
“Coteaux, además de sus valores turísticos, se consideran sobre la costa por su paz”, señalan.
Seis policías destinados a la comisaría colocada en un coquette casa a la entrada de la ciudad sólo garantizan trabajos de policía comunitaria. “Nuestro solo vehículo nos permite a veces ayudar a enfermos en dificultades de alcanzar la ciudad del Cayes”, reconoce uno de los agentes entrevistado en una de las partes vacías de este edificio construido por Côtelais residiendo fuera del país.
“Côteaux fue fundada en 1726 y fue elevada a cabeza de distrito en 1871, dicho Windsor Saint Preux, un notable de la ciudad. Los Côtelais esperaron mucho antes de verlo considerada a su justo valor. ” Pero hoy, prosigue, su orgullo es tanto más mayor cuanto que su extensión es la obra de sus niños. Con sus tierras del las más generosas y su mar que ofrece espléndidas playas, esta ciudad de tres secciones comunales combina naturalmente agricultura y turismo para la felicidad de sus habitantes y sus huéspedes.
Cereales, comidas, cítricos, frutas tropicales y verduras son los productos cultivados por los Côtelais.
El anuncio de la rehabilitación del tramo de carretera Port-Salut/Port-à-Piment por la embajada de Taiwán pone a los ángeles a estos habitantes de la Costa Meridional de Haití ya hay un serio salto para su santuario y sus playas en obra.
Ferdinand Cadet, vicedelegado del distrito de las Laderas, ya piensa en la extensión de esta ciudad que considera amenazado por el “bidonvillisation” debido a su gran extensión.
“El monte Goâve y el borde de mar constituyen las principales preocupaciones de las autoridades del municipio”, ha dicho señalando al mismo tiempo del dedo la burocracia del Estado haitiano que no favorece el desarrollo del país.
Artículo publicado en la página digital del periodico Le Nouvelliste en: http://www.lenouvelliste.com traducido por Thom GATO para Haití Crema y Nata.
Versión francesa también disponible en Haití Recto Verso en http://haitirectoverso.blogspot.com
Casas en reconstrucción, hoteles en obra, “adoquinage” de las calles… la ciudad de Coteaux acogió, del viernes 6 domingo 8 de julio, el noveno gran peregrinaje dedicado a Nuestra Señora de la Medalla milagrosa.
Esta pequeña ciudad con los pies en el agua y de una superficie de cerca de una decena de kilómetros cuadrados ya se ofrece como el rincon para “recargar baterias” por excelencia de las personas en búsqueda de entrega y ocios.
Con su santuario encaramado sobre más de 500 escalones, Coteaux se cuenta entre las ciudades de Haití que acoge más de visitantes por año.
Presidido por el nuncio apostólico, Mgr Mario Giordona, acompañado del vicario general de la diócesis del Cayes, Mgr Pedro Antoine Coulanges, y el Secretario General de dicha diócesis, el Padre Julien Almonacy, este peregrinaje semestral ha reunido por este 6 de julio más de mil de feligreses venidos de todas partes.
Ceremonias eucaristicas , conferencias, Ministerios de Curación y procesión a las antorchas, entre otras cosas, han marcado este peregrinaje sobre el tema: “O divina madre, hagas que obtengamos de Dios todas las virtudes que nos permitirían acercarnos al Cristo. ”
Venidos en señal de gratitud
Son en su mayoría los que vienen para agradecer a Dios su misericordia. Viergélie, 45 años, cargando en su brazo su niña de 18 meses, lo repite con fervor. Ella le debe su hija a la misericordia de la Virgen María. La de Côteaux. “He pasado más de seis años consultando médicos, explico. Es viniendo aquí que obtuve lo que quería de Dios. ”
“Es una fuente de inspiración intensa e inagotable que representa esta obra. Además de los peregrinos y los turistas, favorece el regreso de varios habitants de Côteaux (Côtelais) a casa”, señala a Aurèle Exama, iniciador del proyecto, que asocia únicamente las numerosas actividades de construcción al hecho de que el santuario Notre-Dame atrae a muchos visitantes.
Antes, explica el Sr. Exama, se practicaba el turismo de proximidad. “Cada habitante de la ciudad recibía en él uno de nuestros huéspedes”, se felicita como para elogiar la hospitalidad de los habitantes de su pueblo que han contribuido mucho al desarrollo del santuario hoy santuario nacional por decreto.
Una ciudad productiva y pacífica
El diseñador de esta caverna declarada “Santuario nacional” por el Arzobispo-Coadjutor de Puerto-Principe, Mgr José Sarga Miot, no va por cuatro caminos.
“Coteaux, además de sus valores turísticos, se consideran sobre la costa por su paz”, señalan.
Seis policías destinados a la comisaría colocada en un coquette casa a la entrada de la ciudad sólo garantizan trabajos de policía comunitaria. “Nuestro solo vehículo nos permite a veces ayudar a enfermos en dificultades de alcanzar la ciudad del Cayes”, reconoce uno de los agentes entrevistado en una de las partes vacías de este edificio construido por Côtelais residiendo fuera del país.
“Côteaux fue fundada en 1726 y fue elevada a cabeza de distrito en 1871, dicho Windsor Saint Preux, un notable de la ciudad. Los Côtelais esperaron mucho antes de verlo considerada a su justo valor. ” Pero hoy, prosigue, su orgullo es tanto más mayor cuanto que su extensión es la obra de sus niños. Con sus tierras del las más generosas y su mar que ofrece espléndidas playas, esta ciudad de tres secciones comunales combina naturalmente agricultura y turismo para la felicidad de sus habitantes y sus huéspedes.
Cereales, comidas, cítricos, frutas tropicales y verduras son los productos cultivados por los Côtelais.
El anuncio de la rehabilitación del tramo de carretera Port-Salut/Port-à-Piment por la embajada de Taiwán pone a los ángeles a estos habitantes de la Costa Meridional de Haití ya hay un serio salto para su santuario y sus playas en obra.
Ferdinand Cadet, vicedelegado del distrito de las Laderas, ya piensa en la extensión de esta ciudad que considera amenazado por el “bidonvillisation” debido a su gran extensión.
“El monte Goâve y el borde de mar constituyen las principales preocupaciones de las autoridades del municipio”, ha dicho señalando al mismo tiempo del dedo la burocracia del Estado haitiano que no favorece el desarrollo del país.
Artículo publicado en la página digital del periodico Le Nouvelliste en: http://www.lenouvelliste.com traducido por Thom GATO para Haití Crema y Nata.
Versión francesa también disponible en Haití Recto Verso en http://haitirectoverso.blogspot.com
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