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martes, 17 de marzo de 2009

YO NO DIJE « PEREJIL »...UNA DOMINICANA DESCENDIENTE DE CHARLEMAGNE PERALTA REPLICA...

Este comentario lo hemos recibido amablemente de una lectora residente en la República Dominicana.

En atención a ella, agradeciendo su acotación llena de sinceridad y valentía, volvemos a escribir el artículo que la motivó a reaccionar.

Nuestro objetivo es ella se percate de que tal vez no llegó a captar toda la sutileza o el mensaje de la anécdota que tocó la vida de alguien en un determinado momento.

Para que ella y los demás se cercioren de que no hay ninguna animadversión hacia el pueblo dominicano, del que guardo buenos recuerdos. Un pueblo lleno de humanos valores.

Angela Estevez - Club Saluvid ha dejado un nuevo comentario en su entrada "YO NO DIJE « PEREJIL »!":

Hola.He leido algunos temas relacionados de manera muy rencorosa en cuanto a Rep.Dom. Soy biznieta de un patriota guerrillero dominico haitiano, Carlomagno Peralta-CharlemagnePeralte. Me entere hace 5 años y buzco informacion al respecto. Naci en Dajabon y me duele la forma en que la gran mayoria de haitianos se expresa de los dominicanos.Ud.como medico que posiblemente en Haiti no hubiese podido estudiar, debiera reconocer y publicar que somos el unico pais en el mundo que comparte con su pais SU PRESUPUESTO NACIONAL DE SALUD, porque Ud. sabe que si un haitiano llega a un hospital se atiende como SER HUMANO sin pagar pero el dominicano pobre que va a un hospital tiene que pagar. Ud. conoce la gran miseria en todos los aspectos de Haiti y en vez de Ud.procurar aportar un granito de arena para mejorar, hace igual que cualquier ignorante, CORTAR LA MANO DEL QUE LE AYUDA SIN ESPERAR RECOMPENSAS.
De veras, quisiera conocer mis parientes alli, pero temo que por no ser negra neta, y ser dominicana, ser humillada como leo que se refiere a nosotros.
Sin embargo, me parece que Ud. es bien racista, porque la foto que veo es de una mujer que no es de su color, talvez una dominicana ignorante como dice Ud.
Solo le recuerdo que RD nunca ha invadido Haiti. Haiti ha invadido en 2 ocasiones con armas y ahora con hambre y mas miseria de la que tenemos aqui, trayendo ademas toda clase de enfermedades que hace 50 años aqui se habian erradicado.
Tambien le recuerdo que independientemente de las negociaciones y acciones abominables de los politicos y empresarios para enriquecerse ilicitamente, la poblacion dominicana siempre ha sido solidaria con Haiti.Como es tan inteligente, recuerde la ley fisica de que toda accion origina una fuerza igual y contraria, y no se sorprendan cuando la misma poblacion dominicana se harte de ser desplazada por la mano de obra barata que ofrecen los haitianos y que obligan a los pobres dominicanos a lanzarse al mar a ser los esclavos de las fincas en PR, por ejemplo. Recuerde que asi como traicionaron a mi bisabuelo por no SER PURO DE RAZA NEGRA, y que han destruido su habitat con su miserable ignorancia de brujeria y maldad, estan haciendo con este pais que es el unico en el mundo que no les pone presos con grilletes como en USA,ni los devuelven enseguida de dondequiera que llegan, excepto si son profesionales o ladrones ricos, hemos colaborado mas con Haiti incluso que los mismos profesionales que emigran de Haiti que JAMAS VUELVEN A SU PATRIA, diferente a lo que hacen los dominicanos que luchan porque su PAIS MEJORE.
ANGELA ESTEVEZ PERALTA

NO DIJE “PEREJIL”

El curso del tiempo que no vemos pasar, muy a menudo nos trae la realidad de ciertas páginas de nuestra vida o capítulos de una historia cercana a nuestra familia, nuestro país, a nuestra nación.

Al cruzar la barrera del año 2000, nosotros los haitianos debíamos de celebrar muchos acontecimientos escritos en letras capitales en los anales de la historia universal. Entre estas fechas de sublimes recuerdos, el primero de Enero de 2004 encabezaría dicha lista con honra y orgullo.

Sin embargo el ego hinchado de una más de estas caricaturas mal hechas de dirigentes mediocres que este país ha tenido que soportar hizo que el mundo entero se burlara de lo que nosotros nos gusta vanagloriarnos y con razón. La culpa no la tiene ni Haití ni la victoria del ejército indígena sobre la poderosa armada de Napoleón. Esta culpa recae sobre cada uno de nosotros y de todos aquellos que han dejado de hacer o que no hicieron nada para que en la cabeza de esta nación estén los más capacitados, pulcros y honestos.

El año 2007 es un año de buena cosecha para no decir “un bon cru”, usando una fórmula propia de enología. Hay muchas fechas que conmemorar:
- El centenario del nacimiento de Francois Duvalier . No sé si hay que celebrar o llorar el principio de unos de los dictadores más feroces que América haya conocido
- El quincuagésimo aniversario de la “Revolución Duvalierista”. Ésta tuvo su importancia en este recordatorio que de seguro sirve para darse cuenta que desde el final de este régimen en 1986 Haití no ha avanzado ni desde el punto de vista político, social o económico.
2007 trae también el aniversario número setenta , el septuagésimo aniversario de la masacre de Trujillo de 1937 donde más de veinte mil ciudadanos haitianos vieron sesgadas sus vidas por orden de un psicópata que ha sabido acariciar a un sector de la población dominicana.

Si durante mis estudios en uno de los mejores colegios de Puerto-Príncipe, nunca había oído hablar de este triste y vergonzoso evento de la historia de los dos países. Es la primera vez que he oído sectores levantando debates con el tema.

Me imagino que los regímenes dictatoriales que coincidieron con mis estudios clásicos, han sido los autores de esta ceguera o de este silencio debido a que los Duvalier continuaron enriqueciéndose con las famosas zafras que llevaban hacia una nueva forma de esclavitud, ciudadanos de Haití en las labores de corte de la caña de azúcar en los diferentes bateyes de República Dominicana.

A causa de esta situación, yo estuve a punto de pasar una enorme vergüenza durante mis estudios en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Yo cursaba estudios en el colegio universitario antes de pasar con los créditos de la facultad de medicina. Previamente tuve que conseguir une reválida con unos créditos de literatura dominicana, literatura latinoamericana, historia y geografía dominicana.
Por razones que todavía no logro penetrar, un chileno profesor de historia dominicana, nos hizo una lectura superficial del manual de historia de Frank Moya Pons. Esta lectura fue tan superficial que ni a través de las páginas de este voluminoso libro no logré entender ni captar lo dramático del episodio que relata un genocidio tan relevante como el holocausto o el genocidio de Armenia entre otros. Ni siquiera tuve el alumbramiento a menudo feliz de la curiosidad para investigar y saber más sobre la matanza de Trujillo.

Yo vivía una especie de bohemia bebiendo cerveza, bailando merengues y seduciendo al amor. En un ambiente cálido y agradable como es el de La República Dominicana. Donde la gente es acogedora, la música envolvente y las mujeres iluminan la vida con su espectacular belleza.

Todo iba a cambiar cuando para un trabajo de literatura haitiana salí a buscar libros de autores haitianos publicados en español y disponibles en las librerías del país. Me encontré unas joyas de la producción literaria de Haití, y sobre todo, libros cuya publicación y circulación estaban prohibidas en Haití pues los autores eran considerados como barbudos o “camoquin”.

Ahí me refiero a “MAT DE COCAGNE” o “EL PALO ENSEBADO” de René DEPESTRE, “COMPERE GENERAL SOLEIL” o “MI COMPADRE GENERAL SOL” de JACQUES STEPHEN ALEXIS, del mismo autor “EL ROMANCERO DE LAS ESTRELLAS”, “EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS”.

Mis amigos haitianos y dominicanos, viéndome en la lectura de dichos libros, se interesaron también y aproveché para presentarles otros clásicos como “EL GOBERNAODR DEL ROCIO” del inmortal JACQUES ROUMAIN.

Así pues, me informé sobre la matanza de Trujillo con la lectura de “COMPADRE GENERAL SOL”. Con su forma tan particular de describir los detalles, pude transportarme en el tiempo y viví algo de la angustia de estos días tenebrosos para los haitianos viviéndolo desde otro lado de esta frontera.

Luego me indicaron otro manual intitulado “EL MASACRE SE PASA A PIE” sobre la misma trama pero no lo leí porque este relato tenía el mismo sabor y la misma nocividad, la misma letalidad de aquellas bebidas venenosas que no se debe ni siquiera vomitar para no causar aun más daños a los tejidos una vez afectados por el paso desde afuera para adentro.

Desde este día sentí que la relación con mis amigos nunca podría ser normal. No significaba por lo tanto que iba a resentir cosas negativas con el contacto de aquellos ciudadanos marcados también por la historia y una herencia difícil de llevar. Sabía que en estas situaciones muy fácilmente el tema podía despuntar o perturbar en una conversación cualquiera.

Algunos meses más tarde, yo me encontraba en el campus de la UASD, Universidad Autónoma de Santo Domingo. Asistía al igual que miles de estudiantes, a los cursos necesarios para aprobar el colegio universitario antes de entrar en la facultad de medicina. Los compañeros empezaban apenas a acercarse a mí. No era difícil reconocer mis deficiencias en el español coloquial y sobretodo mi acento de francófono. Pero fueron fundamentalmente mis notas sobresalientes las que llamaban la atención más que mi acento de haitiano. Pues aún en español yo era uno de los mejores en esa época.

Un día, como se había de esperar, un tipo bien, discreto y serio, más serio se acercó a mí. Y en una conversación bastante agradable el JRQ me dijo :
- Diga perejil…-Le eché una mirada gélida repleta de desdén y le pregunté:
-¿Por qué diablos tú quieres que yo repita esta palabra? -Como él era inteligente, entendió de una vez que había cometido una burla de muy mal gusto, una verdadera metida de pata. Los demás, por supuesto menos inteligentes, tuvieron reacciones diversas pero siempre apegadas a sus cualidades de mediocres notorios.

JRQ se acercó a mí y me dijo, poniéndome la mano en el hombro:
- Compañero lo siento mucho. Nosotros relajamos mucho con estas cosas, sin pensar en las consecuencias ni en la conceptualización de la imagen que eso pudiera representar para ti. Sinceramente discúlpame. Yo le respondí :
- Sabes compañero, no te sabré decir si lograría pronunciar bien o no esta tu dichosa palabra. Seguro podría tener dificultades a la hora de pronunciar de manera consecutiva una “r” bien enrollada seguida de una “h” aspirada. Sin embargo no creo que sea necesario ponerme la etiqueta de haitiano después de pronunciar esta palabra porque estoy muy y muy orgulloso de ser haitiano y, mi “haitianeidad” es un estandarte que yo exhibo con un orgullo exagerado a cada instante justo después de decir mi nombre. Si todavía no lo sabías es porque tú no habías manifestado el interés para ello. De lo contrario lo hubieras sabido.

Desde aquel entonces, afiancé mi personalidad y los demás estudiantes se acercaron a mí con cuidado. JRQ fue mi compañero de toda la carrera. Su madre fue como mi madre; su casa fue mi casa.
Él ha sido y el es todavía un verdadero amigo. Incluso cuando no he tenido contacto con él desde más de siete años. Sigo convencido de que no necesitaría invitación ni preaviso para ir a su casa y compartirla con él.

La moraleja de esta anécdota vivida es que yo hubiera podido pasar o dejar pasar esta oportunidad para demostrar que yo era uno de aquellos que se siente orgulloso de su nacionalidad.

Haití no es un país maldito. Es que unos malditos han desgraciado la obra de esos hombres que sin copias ni semejantes son excepcionales. No es ni una mancha, ni una debilidad ser haitiano sino que algunos apátridas, haciéndose pasar por haitianos han optado por enriquecerse como lo hicieron les vendedores de esclavos, los redactores del código reglamentando el trafico y el trabajo inhumano de los esclavos y los colonos.

Haití es más que Duvalier, Aristde, Preval y los demás que han de ocupar el famoso sillón. Haití es el cumplimiento del pensamiento de Toussaint Louverture, de Jean Jacques Dessalines.

Haití es el terreno donde los grandes principios que rigen hoy hipócritamente lo políticamente correcto acerca de leyes universales como igualdad y libertad florecieron y dieron frutos.

El que no quiera reconocerlo, o se miente a sí mismo o demuestra la envergadura de su ignorancia y la estrechez del alcance de su espiritualidad. Lo que no se quiera reconocer no dejará de existir.

El proceso de “NEANTISATION” cultivado por los eternos adversarios de esta causa no lograra éxito porque sinceramente ya Haití pertenece a lo que es universal e inmaterial.
Autores: Jonas Jolivert et Sara Gonzalez-Villegas Diciembre 2007

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sr. Dr. Jolivert: Muy conmovedor su texto sobre las vivencias en La República Dominicana de una persona de Haití. La carta de la señora Ángela Estévez aparte de estar llena de faltas ortográficas y gramaticales, que debería subsanar un día de estos, lanza un rencor desmesurado contra Haití. Da más bien la impresión de que la racista sea ella. No todos los dominicanos se quedan en el país para tratar de levantarlo. También los hay que emigran para nunca más volver. Esta dama tiene un chauvinismo desmesurado que quizás debería revisar con un buen terapeuta. Y si está tan interesada en investigar sobre sus raíces haitianas debería conocer más la historia de Haití. ¿Por qué no se va más a google? Es un sistema. En Haití no apartan a nadie porque la piel sea más o menos oscura. No se la van a comer si le da por ir para allá. De hechos muchos haitianos son vegetarianos. Y otros sólo comen carne de muy buena calidad. Hay gente buena en la República Dominicana. También en Haití. Hay racistas en todas partes. Y mediocridad es es lo que más abunda. ¿No le parece señora Estévez? A propósito, tanto su nombre como su apellido primero llevan tilde. Póngaselas, por favor.