Los comicios deberían haberse celebrado a finales de febrero pero el terremoto del 12 de enero devastó Puerto Príncipe y dejó más de 220.000 muertos y un millón de haitianos sin hogar.
“Le he asegurado al presidente [René] Préval que EEUU trabajará con la comunidad internacional para celebrar elecciones lo más pronto posible”, declaró Hillary Clinton en rueda de prensa en el Departamento de Estado en Washington. Para Préval, las elecciones son la clave para que se garantice la “legitimidad” del Gobierno haitiano.
“Antes de mi partida debemos de tener un nuevo parlamento y un nuevo presidente”, enfatizó Preval. “Nos queda todo un año por delante para conseguirlo [su mandato acaba el febrero de 2010]”, declaró a la prensa el presidente, quien insistió en que no había “tiempo que perder”. En opinión del mandatario, si dentro de un año sigue existiendo un Gobierno provisional, sería “una auténtica catástrofe”. “Ese Gobierno no tendría legitimidad, no habría parlamento. Sería una vuelta a 2004”.
Haití, una de las naciones más pobres del hemisferio occidental, tiene una larga historia de dictaduras y convulsiones políticas, a pesar de haber sido el primer país de América Latina en ganar su independencia tras una rebelión de esclavos negros. En el año 2004, un levantamiento armado forzó la dimisión del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide. Entonces, un Gobierno provisional bajo control de Naciones Unidas tomó las riendas del país hasta que en 2006 hubo elecciones generales, que ganó el actual presidente.
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