En su discurso con motivo del día de los antepasados, el nuncio apostólico, Bernardito Aoussa, anima el jefe del estado y los distintos sectores de la vida nacional a luchar contra la pobreza.
Recordando que la declaración universal de los derechos humanos hace hincapié en los derechos de cada persona a la dignidad, a la prosperidad y a la paz, Mgr. Aoussa destaca que la mayoría de los haitianos no gozan aún de los derechos anunciados por esta declaración universal.
Tras señalar que los esfuerzos para satisfacer estas aspiraciones incumben en primer lugar a los haitianos, el representante de la santa sede da la seguridad de que la comunidad internacional está dispuesta a prestar su apoyo. “La comunidad internacional debe acompañar el país de manera determinada y satisfactoria”, martilla Bernardito Aoussa para quien el acceso a la educación y en el trabajo figuran entre las principales preocupaciones. “La lucha eficaz contra la pobreza que estrangula la mayoría de la población haitiana debería ser el punto de convergencia de todas las instancias gubernamentales y de la comunidad internacional”, insiste él alegando que esta lucha se inscribe en el marco de los esfuerzos para construir la paz. “Construir la paz es un deber que nos incumbe a todos”, dice él abogando por un esfuerzo nacional destinado a mejorar las condiciones de vida de la población.
El nuncio apostólico mencionó la historia de Haití para alegar los valores de este pueblo. “Un pueblo que pudo liberarse de la esclavitud es un pueblo de un grande espíritu, indomable y noble”, garantiza él. http://www.metropolehaiti.com/metropole/full_une_fr.php?id=14565
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