El Pastor negro, que considera que los Estados Unidos tienen una “responsabilidad moral” hacia el país, se prepara a llegar a Port-au-Prince a la cabeza de una misión; fue precedido pordel congressmen Kendrick Meek .El reverendo negro americano Jesse Jackson, esperado la próxima semana a Port-au-Prince, pidió lunes el Gobierno de los Estados Unidos que interviniera en Haití con el fin de ayudar a las autoridades a hacer frente a la grave crisis alimentaria que causó, hay dos semanas, un violento descontento social a través del país.
Según la cadena de televisión americana CBS4, en varias intervenciones en el condado de Miami-Dade, Jackson consideró que la administración Bush tenía “la obligación moral” de proporcionar una asistencia alimentaria, agua potable y la seguridad a Haití. Muy crítico frente a la falta de generosidad de su país, también deseó que este esfuerzo se acompañe de una asistencia médica y de un compromiso en favor de la anulación de la deuda externa de Haití. Aprovechó para pedir a los candidatos a la Casa Blanca, en el marco de la elección de noviembre próximo, hacer también de esta causa la suya“.
Presiono a los candidatos a la Presidencia a movilizarse sobre el expediente de Haití que lo concierne directamente como examinan Irak y Afganistán”, martilló el líder afro americano haciendo hincapié en el hecho de que la prioridad permanece el restablecimiento de la seguridad. Recordó que un 80% de los haitianos viven por debajo del umbral de pobreza con menos de dos dólares al día. Jesse Jackson tuvo domingo una serie de encuentros sobre Haití con personajes electos y responsables gubernamentales del Estado de Florida, dirigentes de la iglesia comunitaria haitiana situada al noroeste de Miami-Dade y activistas, entre los cuales Jean-Robert Lafortune, Presidente de Haitian american grassroots coalición.
Antes de dirigir él mismo una delegación que vendrá a Port-au-Prince discutir de la situación con el Presidente René Préval, el Pastor Jackson se entrevistó con el Representante (Diputado) demócrata del décimo septimo distrito de Florida, Kendrick Meek, poco antes de la salida de este último para Haití.Durante esta enésima estancia en la capital haitiana, el congressmen encontró lunes el Sr. Préval y el sector empresarial privado en torno a la crisis alimentaria. Quería informarse de las necesidades del país y de iniciativas que podría tomar el Gobierno de los Estados Unidos.
Después de los manifestaciones en cascada contra la vida costosa de la que habían aprovechado grupúsculos ultra-violentos para saquear, pillar empresas y de sembrar el caos, el Presidente George W. Bush se había declarado “muy preocupado” ante la amplitud de la crisis en Haití. Una parte de una dotación de 200 millones de dólares, anunciada inmediatamente después, en favor de varios países afectados por el encarecimiento de los productos alimentarios, debería permitir a las autoridades haitianas mantener el precio del arroz importado a un nivel estable.
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