Cientos de personas, entre loscaules partidarios del expresidente Aristide, conmemoran el 26 de abril el doble aniversario de las masacres de 1963 y

Fue la ocasión de una nueva llamada al regreso del exPresidente Lavalas
Sábado 26 de abril de 2008, Radio Kiskeya
Varios centenares de personas, en su gran mayoría partidarios de Jean-Bertrand Aristide, manifestó sábado a Port-au-Prince con motivo de la doble conmemoración de las matanzas cometidas en las fechas del 26 de abril, en 1963, bajo la dictadura de François Duvalier y en 1986, bajo el Consejo Nacional de Gobierno del general Henry Namphy.
Según un despacho del Associated Press, los manifestantes, que enmarañaron sin incidente en las calles de la capital, reclamaron también regreso del antiguo Presidente del partido “Lavalas” exiliado en Sudáfrica desde 2004. La Policía nacional y la Misión de estabilización de la ONU (MINUSTAH), que encuadraban la marcha, se congratularon por su carácter pacífico.
El 26 de abril de 1963, “Papá Doc.” pidió la ejecución de varios funcionarios de las Fuerzas Armadas de Haití sospechaba como responsables de un supuesto atentado contra sus hijos y futuro Presidente vitaliciamente, Juan-Claude Duvalier, en su escuela, el Collège BIRD, situado en el centro de Port-au-Prince.
El teniente François Benoît fue la principal víctima de la furia de los “Tontons Macoutes”. Se destrozó a su padre y a madre así como sus hijos Gérald, viejo solamente, en particular, de algunos meses, y la casa familiar fue incendiada. Ese día, los partidarios afanosos del régimen no dudaban en ejecutar todo “enemigo potencial” en plena calle.
23 años más tarde, el 26 de abril de 1986, después de un servicio religioso organizado a la iglesia del Sacré-Coeur en memoria de las víctimas, una marcha conmemorativa, que reunía una muchedumbre inmensa, iba a regresar la pesadilla y a acabarse en la sangre delante de Fort Dimanche, uno de los lugares siniestros de la dictadura treintañal. Una decena de personas fueron matadas, algunas por balas, de otro por electrocución, a la imagen de Fred Coriolan, un joven militante del sector democrático. Había sido víctima de la ruptura de una línea de alta tensión que habían causado tiros de los soldados bajo la orden de fuego comandante Isidore Pognon, conocido por su cinismo. spp/Radio Kiskeya
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