EFE - 10/5/2009
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"Superando barreras: Movilidad y Desarrollo humanos" es el título del informe anual que el PNUD dedica por primera vez a los fenómenos migratorios y con el que según su directora ejecutiva, Helen Clark, pretende "romper esquemas" y sugiere que algunas de las políticas adoptadas frente a la migración "pueden ser incorrectas".
En el documento, de 230 páginas, Clark señala que aunque la migración puede ser una fuerza positiva que contribuya considerablemente al desarrollo humano, aprovechar sus beneficios, requiere de un entorno normativo propicio.
También indica, sin embargo, que ese fenómeno, de realidad compleja y variable, no siempre trae beneficios ya que depende de las condiciones del traslado, sus desembolsos financieros o la incertidumbre ante la separación familiar.
Los resultados de la investigación del PNUD cuestionan algunos conceptos "erróneos generalizados", ya que la mayoría de los migrantes no atraviesa fronteras internacionales, "sino que se desplaza en su propio país: 740 millones de personas son migrantes internos y casi cuadruplican la cifra de los internacionales".
Entre los migrantes internacionales, menos del 30% se traslada de un país en desarrollo a otro desarrollado, y así, por ejemplo, sólo el 3% de los africanos vive en un lugar distinto a su país de origen.
Los expertos también aseguran que los migrantes suelen aumentar el producto económico y "dan más de lo que reciben".
Apuntan también que hay investigaciones que muestran que la inmigración por lo general aumenta el empleo en las comunidades de destino, no desplaza a los trabajadores locales del mercado laboral y mejora las tasas de inversión en nuevas empresas e iniciativas.
También afirma que el impacto global de esos trabajadores en las finanzas públicas, tanto nacionales como locales, es "bastante reducido", además de que son beneficiosos en ámbitos, como la diversidad social y la capacidad de innovación.
El informe sostiene también que el éxodo de profesionales como médicos, enfermeras o maestros, que preocupa en algunos países en desarrollo porque pierden a trabajadores calificados, "es más un síntoma que una causa de las fallas del sistema público".
El PNUD sugiere a los gobiernos una serie de reformas para superar esos estereotipos, como "abrir los canales de entrada" a más trabajadores, especialmente los menos calificados, garantizar derechos humanos básicos para los migrantes, "desde servicios básicos como educación y salud hasta el derecho a voto".
También propone reducir los costos de transacción de la migración, encontrar soluciones conjuntas que beneficien a las comunidades de destino y a los migrantes, facilitar la migración interna e incorporar la migración a las estrategias de desarrollo de los países de origen.
Entre sus recomendaciones está ampliar los sistemas de trabajo estacional en sectores como la agricultura y el turismo o aumentar los visados para personas poco capacitadas en función de la demanda local.
Clark asegura en el documento que si bien muchas de esas reformas "son más viables" de lo que se piensa en un primer momento, también "requieren de bastante voluntad política".
La ex primera ministra neozelandesa admite también que "es posible que la capacidad de los gobiernos para emprender cambios rápidos en esta materia se vea limitada mientras dure la recesión".
Los investigadores señalan también que la actual recesión ha dejado a los migrantes en una situación especialmente vulnerable y que algunos gobiernos en los países de destino "han intensificado de tal forma la aplicación de las leyes, que podrían estar infringiendo los derechos de los inmigrantes".
Agregan también que hay medidas para que los migrantes mitiguen los costes desproporcionados de la recesión, como permitir a los parados buscar otro empleo o darles el tiempo necesario para resolver sus asuntos antes de marcharse o difundir información sobre perspectivas de empleo y la amplitud de la recesión en sus países de origen.
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