Viernes 30 de mayo de 2008 P-au-P, 30 de mayo de 08 [AlterPresse]La situación de los obreros haitianos en las plantaciones de caña en la República Dominicana suscita aún alborotos en la prensa francesa con la salida, esta semana, de la película documental “Haití querida”, del realizador italiano Claudio del Punta. “Son zombis sociales”, “Haití blues”, “querida Haití, una película emocionante sobre el drama de los `braceros'”: tantos títulos parecidos en la prensa internacional en torno a esta producción cinematográfica.
Salido en sala este 28 de mayo de 2008 en Francia, esta película describe la historia de varios centenares de millares de trabajadores clandestinos haitianos, huyendo de la violencia política y económica de su país de origen en busca de una mejor vida en la República Dominicana.
Estos braceros (cortadores de caña) se explotan por las compañías productoras de azúcar de caña en condiciones infrahumanas, similares a las de la esclavitud.
Con protagonistas no profesionales reclutados en las plantaciones dominicanas, la película pone principalmente en escena una joven pareja, Juan-Bautista y Magdalena, que si no cuenta su verdadera historia, por lo menos juega su propio papel, según el Diario Le Monde.
La película se abre por una secuencia muy brutal que menciona la pérdida del bebé de la pareja, víctima de desnutrición, y más aún la brutalidad con la cual la milicia de la plantación prohíbe a los padres acompañar el resto mortal, destaca Le Monde.
Se acerca a continuación por pequeñas teclas a estos dos personajes para elaborar a través de ellos un catálogo de las humillaciones diarias y del control sufridos por los trabajadores haitianos en estas plantaciones.
En esta película, Claudio del Punta va desde la ocupación americana de las dos Repúblicas que se comparten la isla para mostrar cómo la contratación de los braceros haitianos ha tenido lugar, según un artículo de Africultures.
La miseria de estos obreros haitianos aún fue empeorada por la decadencia de las industrias azucareras a partir de los años ochenta, impulsando numerosos emigrantes a pasar al cultivo arroz o café, o a apilárselos en barrios de chabolas y a aceptar cualquier trabajo mal pagado.
Esta película aborda también la contribución de los trabajadores clandestinos haitianos a la construcción del metro de Santo Domingo. Las indocumentados trabajaron también sobre las torres y hoteles de las playas de Bavaro o Samana, centros turísticos de la República Dominicana.
“No es raro, como se lo ve en la película, que una denuncia a la dirección de la inmigración exactamente el día del pago permita no pagar los salarios”, escrito Olivar Barlet en Africultures.
En la República Dominicana, los Haitianos no son bien vistos, según el realizador de esta película documental que hace la una de los Diarios en Francia. “Hay un racismo antihaitiano muy fuerte en la República Dominicana. `Haitiano', es un insulto en la boca de un Dominicano.
El golpe clásico que pongo de manifiesto en la película, es el dominicano que contrata Haitianos y que, exactamente en el momento de pagarlos al final de los trabajos, llama la policía para embarcarlos”, declara Claudio del Punta en una entrevista al diario Liberación.
En el siglo XXI, la situación de estos Haitianos en la República Dominicana se califica de esclavismo. La película “Haití querida” de Claudio del Punta esta en continuidad de la exposición “Esclavos al Paraíso” de Céline Anaya Gauthier, realizada en 2007 y que se presentó en Francia, el Canadá, Haití. [do gp apr 30/05/2008 15: 45] http://www.alterpresse.org/spip.php?article7308
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