La médica ovetense Aurora Revuelta y el guardia civil sierense Samuel Riestra, dos asturianos en medio del desastre Oviedo, L. Á. VEGA
«La epidemia de cólera no está controlada, ni mucho menos», aseguró la médica ovetense Aurora Revuelta Fuentes, coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Haití, que, tras el desastre del terremoto del pasado mes de enero, suma más de un millar de muertos por una enfermedad que no hacía acto de presencia en la isla desde hace un siglo. La doctora, especializada en cirugía general, lleva un mes de duro trabajo en Haití y asegura que «la epidemia no ha llegado a su pico». Todo lo que se puede hacer, indicó, es atender a los enfermos y mejorar las pautas higiénicas de los haitianos, que están dando muestras de desesperación ante la acumulación de desgracias.
La doctora prefirió no aventurar sobre uno de los aspectos más controvertidos de esta epidemia, su aún desconocido origen. «Lo que sí sé es que el cólera, una vez que llega, se queda. Crece bien en medios húmedos y salados como Haití», indicó.
La médica reconoció que están realizando un gran esfuerzo. La precaria red sanitaria haitiana quedó descoyuntada tras el terremoto, y ahora son las organizaciones no gubernamentales como Médicos Sin Fronteras las que llevan el peso. «El terremoto no sólo destruyó las instalaciones, sino que mató al personal sanitario, incluso a ministros», añadió. Revuelta indicó que están dando «mucha información a la población, para que tenga más higiene y no se contagie». Pero las condiciones de vida, especialmente en Puerto Príncipe, son muy precarias.
Aurora Revuelta, que tiene raíces en Pravia, se vinculó poco después de acabar la carrera al proyecto de Médicos Sin Fronteras. En primer lugar por motivos personales, al considerar esta organización una plataforma perfecta para canalizar su ganas de ayudar y crear un mundo más justo, pero también por motivos profesionales, ya que, con siete misiones a sus espaldas, la experiencia obtenida es muy rica.
Revuelta no es la única asturiana en esta castigada República caribeña. El guardia civil sierense Samuel Riestra parte hoy mismo hacia Haití, tras pasar veinte días con sus familiares. El agente, que lleva destinado allí desde diciembre, vivió el inicio de la epidemia en Puerto Príncipe. «Mantener el brote controlado no se puede conseguir. En un país sin saneamientos es fácil que se extienda una enfermedad así. El agua está contaminada y los alimentos están mal cocinados», indicó.
Sin embargo, por la situación vivida antes de regresar a Asturias y lo que le comentan los compañeros que se quedaron en la isla, «la situación no es tan grave como parece», indicó. Riestra fue uno de los asturianos que vivieron el terremoto del pasado enero en Haití. Aún tiene grabadas en la retina las escenas de muerte y destrucción.
Ya antes de su marcha, los haitianos comenzaron a culpar del brote a las tropas nepalíes de la ONU. «Naciones Unidas ya desmintió ese rumor, el campamento está alejado del río que se supone que fue el foco de la infección», indicó Riestra. «Aunque haya momentos en los que parece que la situación se desboca, la situación está controlada», añadió. Mañana estará ya en Puerto Príncipe.
http://www.lne.es/sucesos/2010/11/20/colera-haiti-controlado/997077.html
Abrimos este espacio en 2007 cuando en Haití se hablaba también español debido a la presencia de los soldados latinos de la MINUSTAH. Una ventanilla de expresión hispánica para verse mejor . Después del 2010, el mundo hispano se ha acercado bastante a Haití. Sirvio para darse cuenta del distanciamiento de sus vecinos de culturas hispanas casi todas. Esta sigue abierta para recibir todos aquellos que quieran entender y ayudar a esta nación patrimonio de la humanidad.
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