El dictador que regresó del exilio para nunca ser juzgado

Jean Claude Duvalier volvió a Haití en enero tras pasar 25 años en Francia. Víctimas de su régimenes peraban su arresto, pero él se pasea tranquilamente por Puerto Príncipe.
24/09/2011 00:01
Agencia AP

En enero. A pesar de su terrible gobierno, “Baby Doc”
Duvalier fue recibido por decenas de seguidores
(AP/Archivo).

Puerto Príncipe. Cuando Jean-Claude Duvalier regresó del exilio en enero, muchos haitianos albergaban esperanzas de que el ex dictador fuera rápidamente procesado por las numerosas violaciones de derechos humanos durante su régimen. En lugar de ello, el gobernante apodado “Baby Doc” se pasea por la ciudad y asiste a conciertos de jazz y lujosas cenas.
Duvalier, de 60 años, luce enfermo y los activistas sospechan que el ex dictador morirá antes de ser procesado por cargos que incluyen malversación de fondos, corrupción, encarcelamiento arbitrario, torturas y crímenes contra la humanidad.
“Soy muy pesimista”, indicó Pierre Esperance, director de la Red Nacional de Haití para Defensa de Derechos Humanos.
Amnistía Internacional publicará un informe en el que critica la lentitud del proceso desde que Duvalier regresó de su exilio en Francia.
El sistema judicial haitiano es un híbrido del heredado del colonialismo francés y de las normas establecidas durante los regímenes duvalieristas.
En un principio, la esperanza se apoderó de miles de víctimas de la dictadura. Un juez convocó al ex gobernante a una audiencia dos días después de su llegada y le informó que sería investigado por corrupción y malversación de fondos durante su régimen, que se extendió entre 1971 y 1986.
Más de 20 víctimas salieron a la luz y narraron sus experiencias. Algunos son figuras prominentes, como Bobby Duval, estrella del fútbol que denunció haber sido privado de alimentos y golpeado durante sus 17 meses en cautiverio, y Michele Montas, una periodista que fue encarcelada y expulsada junto con su esposo, quien era comentarista de radio.
Pero los testimonios no surtieron efecto: no hubo gran clamor a favor de un juicio, en parte porque más de la mitad de los haitianos ni siquiera habían nacido en la era Duvalier, y porque muchos están hoy ocupados con la lucha por la subsistencia como para pensar en los hechos del pasado.
Caso atascado. Duvalier compareció sólo tres veces ante un juez, quien remitió sus conclusiones a la Fiscalía en julio, pero el fiscal a cargo fue despedido y recién la semana pasada se designó a un reemplazo.
Además, Haití no cuenta oficialmente con un ministro de Justicia que impulse el caso y no se sabe cuándo habrá uno.
“Es por eso que este caso está atascado”, comentó el juez Carves Jean, al tiempo que Reynold Georges, el principal abogado de Duvalier, sostiene que no hay razón para procesar al ex presidente porque las acusaciones ya caducaron.
En este contexto, 25 años después de que un movimiento popular lo derrocara y lo llevara al exilio en 1986, Duvalier parece estar disfrutando de su regreso a la patria.
En lugar de ser encarcelado, Duvalier fue colocado bajo arresto domiciliario, pero se le permite movilizarse por Petionville, una zona del sudeste de Puerto Príncipe. Se lo ve salir a cenar con amigos en un hotel y en un restaurant francés. Y celebró su 60º cumpleaños en julio, en el jardín trasero de una casa privada.
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