Puerto Príncipe, 7 sep (PL) El revuelo internacional y la atención mediática en torno a la supuesta violación de un joven haitiano por soldados uruguayos opaca hoy numerosas incongruencias sobre la veracidad del hecho. Periódicos, radios y televisoras de todo el mundo dedican titulares y planas a la presunta agresión, en ocasiones, influidos más por el morbo y el sensacionalismo de la noticia que por la fidelidad a los acontecimientos.
Así, muchos medios de comunicación alarmados por lo sucedido, han olvidado ciertos trasfondos y notables cambios en las versiones dadas por la presunta víctima y sus familiares.
En un inicio, el joven de 18 años de edad aseguró a medios de prensa que él visitaba con frecuencia el cuartel de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) y conversaba y jugaba con los soldados, asentados en la comuna donde vive, en el sur del país.
Entre las primeras versiones sobre la presunta agresión, el muchacho alegó que había ido por su propia voluntad a la unidad militar, cuando fue obligado a entrar por un grupo de uruguayos.
Posteriormente, cambió la historia y dijo que mientras pasaba frente la Misión, unos soldados lo agarraron por las espaldas y lo condujeron hasta el interior del campamento, donde fue supuestamente sodomizado.
La madre del joven afirmó en una de las primeras entrevistas que, en un inicio, su hijo no quería contar lo sucedido y fue ella quien lo convenció para declarar y poder reclamar así una compensación.
"Desde que vi el video no pude dormir", afirmó la mujer.
La grabación del incidente es de naturaleza claramente sexual. En las imágenes tomadas con un celular se ve un muchacho negro acostado sobre un colchón, boca abajo, con los pantalones a medio bajar, sujetado por dos militares.
No obstante, todos los marines están vestidos (menos uno al que le falta la camisa), al final ayudan al joven a levantarse, se escuchan risas, el muchacho parece reírse también y no queda claro qué ocurrió en esos 50 segundos.
El médico haitiano Clifford Gauthier, quien examinó al joven un mes después del presunto ataque, afirmó que encontró evidencias congruentes con señales de abuso sexual.
Sin embargo, cuando realizó el examen, habían pasado cinco semanas desde la alegada agresión.
Gauthier sostuvo que preguntó a la presunta víctima por qué había esperado tanto tiempo para recibir tratamiento, pero no recibió respuesta.
Así, los contextos y las realidades de lo que pasó en la base de la Minustah en la comuna de Port Salut, a 174 kilómetros de esta capital, están aún lejos de esclarecerse.
Lo cierto es que lo sucedido, violación o no, pone en tela de juicio la legitimidad de la misión de Naciones Unidas aquí y el ejercicio de sus soldados, acusados ya de otras violaciones, de embarazar haitianas, de robos, abuso de poder y de difundir una epidemia de cólera que dejó ya más de seis mil muertos.
arc/lio
http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=321542&Itemid=1
Abrimos este espacio en 2007 cuando en Haití se hablaba también español debido a la presencia de los soldados latinos de la MINUSTAH. Una ventanilla de expresión hispánica para verse mejor . Después del 2010, el mundo hispano se ha acercado bastante a Haití. Sirvio para darse cuenta del distanciamiento de sus vecinos de culturas hispanas casi todas. Esta sigue abierta para recibir todos aquellos que quieran entender y ayudar a esta nación patrimonio de la humanidad.
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