Cabarete, Puerto Plata.- El vicario general de la diócesis Puerto Plata de la Iglesia Católica , Francisco Hernández Rodríguez, informó ayer jueves que el obispo Julio César Corniel Amaro arrendó por seis meses, cuarenta y cinco habitaciones del Centro de Formación y Capacitación ubicado en el municipio de Cabarete de la norteña provincia de Puerto Plata a la organización New Life Children’s Refuge.
Al ser cuestionado por la vía telefónica, el religioso dijo a LISTÍN DIARIO que la propiedad donde hasta el 2006 funcionó un hotel de tres estrellas, fue convertida en una escuela donde se imparten cursos técnicos y clases de idiomas a jóvenes de escasos recursos económicos y en un retiro para funcionarios eclesiásticos miembros de la grey católica de diversos pueblos del país. Tanto el centro educativo como el retiro son operados por la Fundación Innovación.
Del mismo modo, el sacerdote Hernández Rodriguez reveló que tiene informes que dan cuenta que la señora Laura Silsby, jefa del grupo de norteamericanos detenidos en Haiti el pasado sábado mientras se desplazaban en un autobús con 33 niños haitianos, en edades comprendidas entre dos meses y 12 años, compró unos terrenos en el paraje la Yagua de la sección Magante del municipio de Gaspar Hernández, provincia Espaillat.
El enlace entre Laura Lavonne Silsby y el obispo Julio César Corniel Amaro, fue el agente inmobiliario independiente, Jose Hidalgo, quien dijo que estaba buscando durante varios días unas instalaciones apropiadas en Cabarete para albergar a los 33 infantes, pero en virtud de que allí los alquileres son bastante caros, recurrieron al prelado para que le alquilara parte de las instalaciones del Centro de Formación y Capacitación.
El vendedor de propiedades precisó que en principios el principal jerarca de la Iglesia Católica de la diócesis Gaspar Hernández, Joba Arriba, Jamao, Pedro García y Puerto Plata, puso reparos para alquilar el local, bajo el pretexto de que era utilizado para las labores del Centro de Capacitación y el hotel para retiros, pero al decirle la urgencia que tenían de encontrar un local para albergar niños haitianos huérfanos y desamparados, el religioso accedió a alquilarle por seis meses las cuarenta y cinco habitaciones por un total de US$7,000.00 mensuales.
Hidalgo informó que luego de ponerse de acuerdo con el obispo Corniel Amaro buscó a los voluntarios estadounidenses, que aceptaron el local y de inmediato le encomendaron a uno de ellos, expertos en catástrofes, que hiciera un listado de los arreglos que había que hacer a las instalaciones arrendadas para garantizar la seguridad de los niños que serían alojados allí, incluyendo la escalera, las puertas y habilitaron un área para recreo de los infantes.
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