"El principal motivo es que, tras una catástrofe natural, existen muchos desaparecidos y eso impide conocer la situación familiar en la que quedan muchos niños y niñas", afirman Unicef España, Aldeas Infantiles SOS, Cruz Roja, Intermón Oxfam, PLAN y Save The Children.
Según el comunicado, la adopción y el acogimiento, "que suponen un desarraigo con el entorno de origen, están especialmente desaconsejados en los momentos inmediatamente posteriores a las catástrofes por las consecuencias emocionales que generan en sus vidas".
Los firmantes consideran que está "demostrado que la evacuación de niños y niñas víctimas de una catástrofe y su colocación temporal en familias en el extranjero es más traumática que útil", pues "el cambio en el entorno conlleva un nuevo trastorno en sus vidas".
Los esfuerzos -subraya la nota- deben concentrarse en aportar a los niños "una protección básica en su entorno habitual de vida", como el registro para preservar su identificación, alojamiento, alimentación, cuidados médicos y atención afectiva.
Unicef y las citadas ONG creen también que la ayuda tendría que dirigirse a apoyar a las familias para asegurar su supervivencia, a poner en marcha programas de salud y de alimentación, y a la rápida reconstrucción de espacios para la vida familiar y comunitaria.
El terremoto de siete grados en la escala de Richter que devastó el 12 de enero el área metropolitana de Puerto Príncipe provocó la muerte de más de 100.000 personas y dejó sin techo a 1,5 millones de haitianos, según cifras del Gobierno del país caribeño. http://www.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=183880
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