AP - 2/15/2010
Puerto Príncipe.- Grandes buques de guerra estadounidenses zarpan de las costas de Haití mientras miles de soldados se preparan para dejar atrás lo que ha sido la mayor movilización de tropas norteamericanas desde las operaciones en Irak y Afganistán.
Estados Unidos ha emprendido la reducción de su contingente militar que desplegó en Haití para la asistencia a miles de víctimas del devastador terremoto que azotó el país caribeño el 12 de enero. El tamaño del contingente estadounidense ha sido reducido de 20.000 hombres el 1 de febrero a 13.000 en la actualidad, la mitad de ellos desplegados en tierra.Sin embargo, la misión no ha terminado. El secretario de Defensa estadounidense Robert Gates dice que algunos contingentes de las fuerzas de su país permanecerán bastante tiempo en Haití para acompañar a los haitianos en una lucha larga y ardua por su recuperación.
Dentro de los amplios esfuerzos internacionales de asistencia, uno de los apoyos más visibles ha sido el del contingente norteamericano tras la destrucción de mucha infraestructura haitiana en menos de un minuto a causa del sismo.
Los efectivos estadounidenses han mantenido en funcionamiento el puerto de la capital y han sido un sostén de la seguridad y la logística de las operaciones de las Naciones Unidas para la distribución de alimentos. Helicópteros militares estadounidenses han transportado víveres hasta aldeas aisladas en Haití.
Aunque ha disminuido el flujo de víctimas atendidas en el buque hospital Comfort de la armada de Estados Unidos, las necesidades de los damnificados son gigantescas.
"Estamos muy saturados", dijo el mayor John Mansuy de la Fuerza Aérea , en referencia a la atención médica facilitada a víctimas del sismo en un hospital de campaña en el barrio pobre de Cité Soleil.
El equipo médico bajo el mando de Mansuy recibe a personas con fracturas y heridas abiertas para llevarlas al Comfort. Muchos de los pacientes también padecen enfermedades mortales.
Casi siete de cada 10 efectivos militares son veteranos de las guerras en Afganistán e Irak y varios de ellos regresarán a esos conflictos.
La operación del Pentágono en Haití, de al menos 234 millones de dólares, añade nuevos apremios financieros a las fuerzas armadas estadounidenses, cuyos conflictos en Afganistán e Irak han sido de por sí costosos.
Durante una visita de fin de semana, el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, general Douglas Fraser, se abstuvo de especificar la cantidad de efectivos norteamericanos que permanecerán en Haití los próximos meses.Por otro lado, el portavoz de las fuerzas conjuntas estadounidenses, comandante Chris Loundermon, anunció el domingo que los vuelos comerciales hacia la isla se reanudarán el 19 de febrero o antes.
La torre de control del Aeropuerto Internacional Toussaint L'Ouverture registró severos daños en el terremoto y las fuerzas estadounidenses asumieron el control del tráfico aéreo tres días después. El general Fraser dijo el fin de semana que el aeropuerto recibe a diario 80 vuelos de aeronaves que transportan principalmente suministros para la isla.
La mayor aerolínea estadounidense, American Airlines, anunció que ha comenzado a hacer reservaciones para los vuelos del viernes.
En Canadá, las autoridades anunciaron que el primer ministro Stephen Harper comenzará el lunes una visita de dos días a Haití, donde se entrevistará con el presidente haitiano René Preval y el primer ministro Jean-Max Bellerive.
Harper también inspeccionará las labores de reconstrucción que efectúan las fuerzas armadas canadienses desplegadas en las localidades de Jacmel y Leogane del país caribeño. El funcionario viajará en un avión de transporte militar y tiene previsto llegar el lunes por la tarde a Puerto Príncipe.
Harper será el primer jefe de gobierno que visite Haití desde el terremoto que devastó al país.
"Continuamos trabajando con el gobierno de Haití para llevarle asistencia humanitaria urgente", expresó el domingo el mandatario canadiense en un comunicado. "Al mismo tiempo, necesitamos ocuparnos de los desafíos de largo plazo, como la reconstrucción, con base en los principios de la sustentabilidad, efectividad y responsabilidad".
Canadá desplegó unos 2000 efectivos en Haití tras el sismo, los cuales fueron destacados principalmente en Jacmel y Leogane, donde participan en la distribución de alimentos, agua potable, asistencia médica, instalación de albergues, limpieza de caminos y vigilancia.
Tras la devastación causada por el sismo, el Ministerio de Obras Públicas de Haití prohibió el domingo la utilización de arena blanca en obras en un intento por mejorar la seguridad en la edificación de estructuras.
El ministerio dijo que de acuerdo con el código penal de Haití, será sancionable la utilización de arena blanca de cantera tipo "La Boule " en el concreto que se destine a elementos estructurales, y recomendó la utilización de arena de río.
Los expertos atribuyen a defectos de construcción el colapso de numerosos edificios durante el terremoto en el que perecieron más de 200.000 personas.
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