Al MARGEN DEL ANIVERSARIO DE SU CAÍDA/ARISTIDE "Regresar a Haití en el momento conveniente".
El ex - presidente Jean Bertrand Aristide, derrocado del poder el 29 de febrero de 2004 por un levantamiento popular, considera su regreso a Haití como una de sus prioridades actuales.
En una entrevista concedida a Peter Hallward de Haití Analysis algunos días antes del aniversario de su caída, Jean- Bertrand Aristide, que vive en exilio en Sudáfrica desde 2004, avanza que espera el momento conveniente para volver de nuevo en Haití. "Es una cuestión de juzgar del momento conveniente, juzgar de la seguridad y la estabilidad de la situación." Y una vez que las condiciones serán favorables, regresaremos alla. Tan pronto como René Préval juzgue que el momento sea oportuno, entonces regresaré alla ", respondío al periodista, elogiando al mismo tiempo los méritos de Sudáfrica quien lo acogió como" huésped y no como exiliado". Aristide previene que no se propone lanzarse en una nueva aventura política. "Hay distintas maneras de servir el pueblo." Participar en la política del Estado no es la única manera. Antes de 1990, serví el pueblo, fuera de las estructuras del Estado. Seguiré sirviendo el pueblo, fuera de las estructuras del Estado ", sostiene Jean Bertrand Aristide, indicando que regresara a la enseñanza, su" primer vocación".
El antiguo cura de San Juan Bosco no deja por otra parte de acusar a los americanos su implicación en los acontecimientos que consiguieron su derrocamiento el 29 de febrero de 2004. A su modo de ver, los rebeldes (grupos armados desempeñando un papel considerable en la caída de Aristide) trabajando por cuenta de la oposición política y los Estados Unidos, sabían que no podían invadir Puerto- Príncipe y, cuando proceda, que les habría sido difícil permanecer. "No teníamos nada que temer." El equilibrio de fuerzas estaba en nuestro favor ", considera Aristide." Y de proseguir: "una carga de municiones para la policía que habíamos comprado en Sudáfrica, totalmente legalmente, debía llegar a Puerto-Principe el 29 de febrero." Se resolvia la cuestión. Ya, el equilibrio de las fuerzas no estaba en favor de los rebeldes; además de eso, si la policía se restablecia en toda su capacidad operativa, los rebeldes no habrían tenido ninguna oportunidad".
"Los americanos sabían que, dentro de algunas horas, iban a perder su oportunidad de solucionar la situación. Aprovecharon su oportunidad mientras ellos la tenían, y nos embarcaron en un avión en medio de la noche ", dice Aristide."
Aprovechó para apuntar a algunos "disidentes lavalas que jugaron el juego de los americanos".
"Durante el período 2001-2004, los americanos habían querido utilizar en vano el Legislativo contra el Ejecutivo." Una vez que esta táctica falló, los Estados Unidos reclutaron o comprado algunas cabezas quemadas cuyo Dany Toussaint y compañía y las utilizaron, un poco más tarde, contra la presidencia ", cree a Jean-Bertrand Aristide." Hablando del Mayor Dany Toussaint, antiguo cuadro de las Fuerzas armadas de Haití, el ex Jefe de Estado mantiene que el primer senador del Oeste elegido en mayo de 2000, trabajaba para los Estados Unidos desde el principio, y "nos dejamos engañar". "Por supuesto lo lamento", prosigue Aristide según quien no fue difícil para los americanos o sus representantes infiltrar el Gobierno, de infiltrar la Policía. "No estábamos en condiciones de proporcionar a la Policía los equipamientos de los que tenían necesidad, nosotros podíamos apenas pagarles un salario conveniente." Era fácil para que nuestros opositores apoyaran el desorden, corrompieran a algunos policías. Esto era increíblemente difícil de controlar ", deplora al exiliado de Sudáfrica." El ex presidente observa el futuro de Haití con optimismo. Desea que todo el mundo termine por admitir que "tout moun se moun" (todo hombre es un hombre). "pues, aunque no tenemos aún estructuras e instituciones democráticas viables, ya posemos una conciencia democrática colectiva, y esto es irreversible", constata Jean-Bertrand Aristide quien callo los numerosos casos de escándalos que mancharon su paso al poder. (Fuente: http://www.lematinhaiti.com/PageArticle.asp?ArticleID=4986)
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Comentario:
Es difícil encontrar por casualidad las declaraciones del antiguo presidente Jean Bertrand Aristide y logras contener la fuerte repulsión nauseosa que la reminiscencia des sus acciones al mando de los asuntos des estado provoca en nosotros. No deseamos en ninguna manera hacer un enésimo juicio a este antiguo sacerdote quien para algunos se ha vestido de los vestidos del mismo diablo, ni avivar las llamas de una polémica estéril y anticuada la cual apasiona los partidarios lavalasianos para quienes el ex-presidente es considerado como un icono, el líder incontestado e innegable de las masas populares.
El sentimiento de revuelta es tan poderosa como la decepción constituyendo el limitado premio de consuelo entregado a aquellos quienes, sin hacer uso de perjuicios algunos en un sentido o en el otro, habían vislumbrado, en el amanecer del después de 1986 y de los golpes de estado sin fin del ejercito haitiano prostituido, en el espectro de un hombre de iglesia, adepto del amor, del compartir, de la verdadera hermandad, el hombre de la ruptura capaz de presentar una cara diferente al tradicionalismo político servido en una bandera de plata según los intereses de una sola clase desde la creación de nuestra nación.
El futuro nos ha demostrado que, al igual que muchos de los pasados dirigentes quienes mal gobernaron este país, Aristide también estaba consciente de los escollos sociales que perennizaban la situación de desigualdad y de miseria de la gran mayoría de los haitianos. Al igual que Duvalier, el ha sabido utilizarlos à su provecho personal y a su solo provecho. Y sobretodo no ha podido ampliar su visión y la orientación de sus acciones más allá de la conservación y un control absoluto del poder.
Durantes sus años como cabeza y cerebro del gobierno había sabido demostrar el dominio en la manipulación del lenguaje; del lenguaje que se entiende sin esforzarse; el lenguaje que tiene la facultad de acariciar en el sentido de los pelos y permite pellizquitos sin dolor. Ciudadanos haitianos se han hecho una maestría en decodificar el lenguaje de aristide; este hablar repleto de las mas expresivas metáforas del contrasentido y de formulas de varios ordenes de grados.
Hoy en día seria pueril y senil a la vez de acordarle cierta credibilidad a estas declaraciones con fachadas de lo políticamente correcto del antiguo presidente. Su razón de ser es ser jefe, ser presidente. En sus mas profundos sueños el siempre lleva la banda presidencial.
Hoy en día, Haití soporta mal las consecuencias de las profundas desdichadas modificaciones que Aristide ha sembrado a propósito en las conciencias de las diferentes capas de la sociedad. Estas modificaciones habían sido concebidas para edificar, reesforzar y conservar su liderazgo, ellas no podrían disiparse con el peso de su presencia física en Haití.
La tarea de “RECONCEPTUALIZACION” del modelo social haitiano pasa por el un nuevo moldeamiento de valores inculcadas después de 200 años contradicciones y de lucha de intereses. La concepción de este nuevo modelo más que saludable para el país debe descansar sobre bases sólidas de instituciones fuertes y una sociedad políticamente mas equilibrada. La supervivencia de las instituciones nos es posible hoy en día a causa de la fiebre delirante del poder de Aristide.
Eso significa que hoy en día, el antiguo presidente forma parte más del problema que de la solución de Haití. El lo sabe muy bien. El vocifera su voluntad de regresar para permanecer “en vida” en la memoria de los haitianos quienes manifiestan cierta tendencia querer y poder olvidarlo lo mas rápido posible.
A Haití, con su herencia de problemas insolubles en apariencia, no le hace falta nada más que el regreso de sus antiguos Mesías quienes han causado todo el mal y toda la desgracia de los cuales hayan sido capaces a la nación creada por Dessalines, Toussaint Christophe Petion y los demás.
Hay que esperar que si por casualidad el sueño de Aristide se realice es decir que se le otorga un pasaje para el trayecto pretoria- Puerto-Principe, que en el mismo vuelo se pueda reunir Jean Claude Duvalier, raoul Cédras, Michel François, Henry Namphy, William Regala entre otros. Ara que los haitianos se “alebrequen”!
(Decky Lakyel 27/02/07)
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