La racha comenzó hace cuatro semanas cuando un policía novato mató un hombre negro, después de ordenar que detuviera su coche. Hasta hoy, las autoridades no han dado una explicación clara del incidente.
La semana pasada, en el barrio de Overtown, un área deprimida económicamente de población predominantemente negra, un policía encubierto disparó a un joven de 16 años. Las autoridades afirman que el joven estaba apuntando un arma hacia otro policía encubierto disfrazado de repartidor de comida china. Y el fin de semana pasado, los agentes resolvieron una disputa domestica entre una pareja, matando al hombre en medio de la calle.
Mientras todo esto sucede, algunos barrios de Miami parecen el viejo oeste, según la prensa local. Son escenario diario de batallas entre grupos rivales de narcotraficantes y alguno que otro chófer resuelve las disputas de tráfico a tiro limpio.
La semana pasada murió un joven y una niña en el fuego cruzado de las armas automáticas en manos de narcotraficantes. Las armas automáticas estuvieron prohibidas hasta hace dos años, pero los diputados federales en Washington dejaron caducar la ley que las prohibía y nunca la renovaron. Ahora, los fusiles AK-47 checos, rumanos o chinos, son el arma preferida de los pandilleros, al menos en Miami.
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Un policía de Miami persigue a un sospechoso en Little Haiti. AFP
El auge de la delincuencia ha coincidido con cambios en la alcaldía de la ciudad. El alcalde anterior, Manny Díaz, tenia a su lado a un duro jefe policial, el irlandés John Timoney, forjado en las calles de Nueva York y Filadelfia, que a fuerza de disciplina y mano duro logró limpiar gran parte de las calles de Miami.
Pero ahora, el nuevo alcalde, el cubanoamericano Tomás Regalado, tras asumir el cargo y sin razón aparente, nombró como sustituto de Timoney al también cubanoamericano José Expósito, que sólo ahora parece estar intentado controlar la situación.
El problema, han dicho medios locales, es que al lanzar la operación 'Recuperemos nuestras calles', Expósito está actuando más para evitar los ataques de la prensa que por preocupación hacia la seguridad ciudadana y eso, según el semanario Miami New Times, no es bueno para los habitantes de los barrios habitados por una población mayoritariamente negra como son Liberty City, la Pequeña Haití y Overtown, hacia donde estará orientado el grueso de la represión.
Según el semanario, el anterior jefe de policía logró controlar la brutalidad policial y bajar las cifras de crímenes, pero "Expósito tiene ya tres cadáveres sobre su cabeza, y eso que todavía no hace ni un año que está en el cargo".
La preocupación entre los líderes comunitarios negros es que la policía de Miami no está siendo lo suficientemente clara públicamente sobre los incidentes y muchos temen que se profundice aún más la brecha entre las diferentes comunidades de la ciudad.
http://www.elmundo.es/america/2010/08/17/estados_unidos/1282081078.html
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