EL SACERDOTE PIDE AYUDA PARA ALIMENTARLOS Y DARLES OTROS CUIDADOS
Doris Pantaleón
Santo Domingo
A casi siete meses del terremoto que afectó a Haití, aún permanecen albergados en el país 24 niños en el Hogar Vida y Esperanza, de la Iglesia Católica, la mayoría con amputaciones en algunas de sus piernas, pero que hoy caminan, corren y bailan, fruto de las prótesis que les han sido colocadas.
Tras el paso del tiempo, estas víctimas de la tragedia han ido quedando en el olvido, afirma el padre Manuel Ruiz, quien está a cargo de su cuidado.
El sacerdote precisó que el hogar tiene que estar pidiendo en la parroquia, moviéndose e ingeniándosela cada día para poder alimentar a los 24 niños y 18 adultos que todavía alberga.
Afirma que los voluntarios, que en principio sobraban, han desaparecido prácticamente; el hogar recibe alimentos de parte de UNICEF, a través del Consejo Nacional de la Niñez (Conani), pero sólo alcanzan para 12 días. También recibe una subvención mensual de 45 mil pesos. Sin embargo, sólo la niña más pequeña, que llegó con tres libras y ya tiene 12 y media, consume 1,200 pesos diarios de leche y pañales desechables.
De por lo menos diez niños aún no se tiene ningún contacto con algún pariente en Haití, mientras otros están acompañados de algún familiar y podrían regresar a su país en unos siete meses, después que completen los procedimientos médicos que tienen pendientes.
Entre los que alberga el Hogar Vida y Esperanza se encuentra Yina, una madre de 19 años y su pequeña de un año, a quienes fue necesario amputar una pierna a cada una, pero hoy ambas tienen prótesis colocadas y pueden caminar. La madre dice que prefiere quedarse en el país, porque no tiene a nadie en Haití.
Hospital Darío Contreras
También está Maximilien, el niño amante a la lectura, dado a conocer por un reportaje publicado por LISTÍN DIARIO, y a quien los médicos del hospital Darío Contreras lo graron salvarle la pierna que tenía muy lesionada luego de permanecer por más de 24 horas bajo los escombros.
Maximilien dice que no ha vuelto a recibir libros de regalo, contrario a como ocurría al principio.
El niño dijo que quiere regresar a su país para volver a la escuela y ver a sus amigos y familiares.
Allí se encuentra un adolescente a quien le amputaron una pierna y la otra le fue salvada por los médicos rusos que estuvieron realizando operativos en el hospital Darío Contreras, tras canalizarle las venas.
RECIBIRÁN DOCENCIA EN ESCUELAS DOMINICANAS
El padre Manuel Ruiz informó que como todavía la mayoría de esos menores no podrán regresar a su país se decidió que a partir de este mes empiecen a recibir clases de español, creole y francés en sus esquemas de enseñanza tradicional, en Movearte, hasta que regresen a su nación.
“Estamos en proceso de buscar su familia, pero como pasó el efecto noticioso, la mayoría de las agencias se han desentendido, y ciertamente aquí hemos estado pasando trabajo”, señaló. El sacerdote dijo que los alimentos que llegan de Conani son insuficientes, “por lo que hay que ingeniárselas para conseguirlos, sobre todo la leche y los pañales desechables”.
Agregó que los gastos son muy elevados porque el hogar tiene que preparar alimentos diarios para alrededor de 70 personas, contando con el personal que ofrece servicios.
Entiende que al final se quedarían en el país unos 10 niños que no tienen ningún contacto en Haití. Dijo que otros están recuperados pero los padres no tienen donde llevarlos y sus condiciones de salud no les permiten irse.
http://www.listin.com.do/la-republica/2010/8/1/153064/Ninos-haitianos-reciben-amor-en-Hogar-dirige-el-padre-Ruiz
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