POR SANTIAGO GONZALEZ
s.gonzalez@elnacional.com.do
SANTIAGO. Las autoridades del Instituto Nacional de Ciencias Forenses realizan hoy la autopsia al cadáver de un haitiano encontrado ayer en un autobús en que viajaban 61 indocumentados que se desplazaban en guaguas haitianas entre La Romana y Dajabón.
La víctima no ha sido identificada aún, pero el conductor del autobús, Fritz Jean Louis, y su ayudante Ppy Guerrero, ambos haitianos, se encuentran detenidos en el Palacio de Justicia de aquí, donde esperan por medidas de coerción por tráfico de ilegales.
El director general de Migración, mayor general José Aníbal Sanz Jiminián, comunicó el caso y el apresamiento del grupo de ilegales al embajador haitiano, Fritz Cineas.
Mientras, los encargados de Migración en la zona Norte hacían esta mañana los trámites para la repatriación del grupo de indocumentados.
Sin embargo, su permanencia en territorio dominicano dependerá de las causas de la muerte del haitiano, que tenía unos 22 años de edad.
Al explicar la situación, Juan Isidro Pérez, subdirector de Migración, dijo que ayer cerca del mediodía fueron alertados por el sindicato de choferes que opera a la salida de Santiago, de que dos guaguas iban repletadas de haitianos ilegales que viajaban desde el Central Romana hacia Cabo Haitiano, por la ruta de Dajabón.
“Esos autobuses haitianos no pueden cargar pasajeros en territorio dominicano, por lo que fueron apresados por la Oficina Técnica de Transporte Terrestre, y los llevaron a la Omsa, donde están las Oficinas de Migración para asuntos haitianos”, dijo Pérez.
Indicó que cuando contaban a los indocumentados se percataron de que uno de ellos estaba muerto.
Explicó que los vehículos haitianos habían pagado sus permisos aduanales y tenían la documentación de Haití en regla, pero ahora las autoridades deben establecer las causas de la muerte del haitiano.
Redadas para cobrar
Policías en componenda con oficiales de Migración hacen redadas en Santo Domingo Este para detener haitianos indocumentados trabajan en construcción, los llevan al vacacionar de Haina, donde tienen que pagar entre 1,500 y 2,000 para evitar que los repatrien.
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