Otro antiguo coronel, Carl Dorsainvil, muere de un paro cardiaco mientras que otras personas son víctimas de individuos armados que siiembran la muerte
Miércoles 1 de julio de 2009, Radio Kiskeya.
Un antiguo coronel de las Fuerzas Armadas de Haití, Ludovic René, 69 años, resulto muerto de varios disparos por bandidos que circulan en moto martes en el barrio de Arcachon 32, a Carrefour (suburbio meridional de Port-au-Prince), en el momento en que la inseguridad criminal tiende a rehacer superficie. Según el Comisario Frantz Lerebours, portavoz de la Policía nacional, los fatales perpetraron su delito en el domicilio de la víctima.
Pudieron tomar la fuga antes de la llegada de una patrulla policial. Una investigación esta abierta sobre el asesinato del exfuncionario cuyos vecinos elogiaron el carácter de hombre pacífico y afectuoso.
Por otra parte, un hombre de negocios mayor de 80 años, Antoine Joseph, fue asesinado por desconocidos durante una supuesta tentativa de secuestro. Fue encontrado el miércoles por la mañana atado en su residencia a Morne Calvaire (Pétion-Ville, suburbio es).
Durante los últimos 24 horas, se registraron dos otros casos de asesinato a Port-au-Prince. Lionel Simon, sereno de una casa a Delmas 75 (es), fue asesinado y sus tres supuestos fatales detenidos, indican la policía. Por su parte, un hombre no identificado fue ultimado de tres bolas en Delmas 58.
Reaccionando al micro de Radio Kiskeya sobre la muerte de Ludovic René, el excoronel Himler Rébu deploró su desaparición brutal. Precisa haber sido el instructor del funcionario que conocía por su seriedad. Rébu, por otra parte, anunció la muerte de otro antiguo compañero de armas, el coronel Carl Dorsainvil. No sobrevivió a una crisis cardíaca.
El antiguo comandante del cuerpo de los Leopardos saluda la memoria de su amigo Dorsainvil que, ha dicho, señaló su paso en la institución militar por su aplicación en la realización de sus tareas. Numerosos funcionarios de las Fuerzas Armadas de Haití - disueltas en 1995 después del regreso del exilio del Presidente de entonces, a Jean-Bertrand Aristide- han sido asesinado o han muerto de enfermedades estos últimos años. Citemos, en particular, los generales Henri Max Mayard (asesinado), Claude Raymond (enfermo y encarcelado) y Philippe Biamby (enfermo), los coroneles Jean Lamy (asesinado), Albert Pierre alias “Ti Boule” (enfermo), Guy François (asesinado), Georges Valcin (enfermo) y Léonce Qualo (enfermo).
spp/Radio Kiskeya http://radiokiskeya.com/spip.php?article5995
Los actos de banditismo no cesado en Port au Prince.
Se ha matado al coronel retirado Ludovic René el martes 30 de junio en Arcachon 32 a raíz de un ataque perpetrados por bandidos armados. La víctima recibió vaios disparos según los testimonios recogidos en el lugar del crimen.
Los bandidos que circulaban en moto tuvieron tiempo de tomar la fuga exactamente antes de la llegada de la policía nacional que anuncia haber abierto una investigación para encontrar los asesinos.
En paralelo el hombre de negocio Antoine Joseph, fue encontrado muerto temprano esta mañana en su residencia a Morne Calvaire (Pétion Ciudad), dónde vivía con varios miembros de su familia.
El cuerpo del octogénaire se encontró en la sala de las máquinas de la piscina sobre el tribunal. El nuevo responsable de la policía de Pétion Ciudad, Jean Gardy Muscardin, dio la garantía que se explorarán todas las pistas para aclar este crimen.
RD http://www.metropolehaiti.com/metropole/full_une_fr.php?id=15439
HCyN comenta: Tardaremos tiempo para extirpar esta herencia del dueño del “todo hombre es un hombre”. No se puede pretender poder medir y controlar la violencia. Es una actitud volátil que da cuenta de la falta de algunas capacidades del ser humano. Si ustedes practicar la cría de animales salvajes, correrá el riesgo de hacerse comer por ellos. Nuestra falta de educación cívica nos hizo olvidar que el “CORTAR CABEZA, y QUEMAR LOS HOGARES” no era mas que un lema belicoso, un leitmotiv válido en un contexto espaciotemporel determinado.
Hoy la humanidad predica el respeto de las vidas. A través del tiempo, los responsables haitianos han mostrado una tendencia a legitimar y utilizar la violencia como arma eficaz y temible para sentar un poder y quedarse colgados a ello. Esta violencia siempre ha tenido como autor una parte de este pueblo, verdadera pasta amorfa que se deja moldear con una facilita pueril e idiota.
Zinglins, amazonas, estacas, cacos, tontons makouts, zenglendos, quimeras representan austro de gorras llevadas por esta franja de la población utilizada por los distintos Gobiernos pero que en la práctica política no pesa nada en la balanza de las orientaciones gubernamentales. La cultura legitimada de esta violencia terminó por crear una clase de dependencia, un comportamiento que encuentra fácilmente su lugar en la reflexión de algunos conciudadanos. Será necesario más que lo que se hace y lo que se ve para encauzar y erradicar este mal.
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