División en las filas demócratas
La medida se ha aprobado por 308 votos a favor y 114 en contra
Sólo 148 de los 255 legisladores demócratas ha apoyado la medida de Obama
En diciembre, Obama revisará su estrategia en Afganistán
Ricard González ; Washington
La Cámara de Representantes dio luz verde el martes por la tarde a una ley de emergencia que otorga al Pentágono los fondos necesarios para financiar la guerra de Afganistán durante los próximos meses. La votación se ha producido en plena polémica por la filtración de WikiLeaks sobre la guerra de Afganistán, y ha puesto de manifiesto la creciente oposición a la guerra entre las filas demócratas.
A pesar de que la medida se ha aprobado de forma holgada, con 308 votos a favor, y 114 en contra, la defección del ala progresista del Partido Demócrata supone todo un aviso para la Casa Blanca de cara al futuro de su estrategia en el país asiático. Y es que tan sólo 148 de los 255 legisladores demócratas ha apoyado la medida solicitada por su presidente.
Los fondos incluidos en la ley de emergencia tienen un valor total de 59.000 millones de dólares, de los que 37.000 irán destinados a la guerra de Afganistán, y en menor medida a la de Irak. Otros 13.300 millones se dedicarán a pagar compensaciones a los veteranos de la guerra de Vietnam que sufren las consecuencias de haber sido expuestos al Agente Naranja, y unos 3.000 millones son de ayuda a Haití.
Conato de rebelión
En un primer momento, y con el propósito de conseguir el apoyo del ala progresista del Partido Demócrata, la propuesta de ley incluía 23.000 millones más en gastos domésticos, la mayor parte para evitar el despido de profesores por falta de recursos. Sin embargo, el Senado redujo esas partidas, lo que estimuló que decenas de demócratas contrarios a la guerra de Afganistán votaran en contra de la Casa Blanca.
Uno de ellos fue David Obey, quien había patrocinado la primera versión de la ley. "No puedo mirar a los ojos a mis electores y decirles que esta operación hará más año a nuestros enemigos que a nosotros mismos", dijo el veterano político. "No es correcto pedir dinero prestado de la China, y despedir a agentes de policía estadounidenses para poder entrenar agentes de policía en Afganistán", protestó Jay Inslee, un legislador demócrata del estado de Washington.
Un dato revelador sobre el fuerte cambio de tendencia dentro de la filas demócratas respecto a Afganistán es que el año pasado, a pesar de que la ley para financiar la guerra ascendía a 106.000 millones de dólares, sólo 32 legisladores del partido de Obama votaron contra los deseos de la Casa Blanca.
El conato de rebelión interna debería preocupar a Obama, que el próximo mes de diciembre llevará a cabo una revisión de su estrategia en Afganistán. En teoría, el presidente tiene previsto iniciar la retirada de las tropas estadounidenses del país asiático en verano del 2011. Teniendo en cuenta que de cara a las elecciones del 2012 Obama no se puede permitir el lujo de perder el apoyo del sector más progresista del partido si quiere conservar su cargo, es bastante probable que en los próximos meses se reduzcan de forma notable las ambiciones militares estadounidenses en el avispero afgano.
http://www.elmundo.es/america/2010/07/28/estados_unidos/1280272363.html
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