NUEVA YORK._ Para el destacado activista comunitario dominicano, coordinador del Movimiento Revolucionario Nueva Patria (MRNP) y miembro de la Red de Solidaridad Dominico Haitiana, Radhamés Pérez, a un mes de la tragedia, los gobiernos extranjeros buscan sustraer la soberanía de Haití y tienen a mantener el sufrimiento de los afectados. Pérez dijo en un comunicado al cumplirse hoy, 12 de febrero, el primer mes del terremoto en el país caribeño que la vida de los haitianos sigue dominada por la incertidumbre, el dolor y la desolación. “El pueblo haitiano llega al 12 de febrero flagelado por el hambre, la desatención médica y la tristeza”, agregó.
El activista y también dirigente en Estados Unidos de Alianza País, sostiene que aunque con un nivel de oferta de ayuda casi sin precedentes, “bastardos intereses políticos que mueven a fuerzas y gobiernos extranjeros, tienden a mantener el sufrimiento de los afectados por la catástrofe”. Dijo que pareciera que para esos sectores y gobiernos, más que superar los efectos de la tragedia, lo más importante es terminar de sustraerle a Haití su soberanía.
Pérez indica que además buscan convertir el territorio haitiano en plataforma de control y hegemonía política y militar en la geografía subcontinental de la cual es parte la patria de Toussaint Louverture. Añade que llegada a un mes, la tragedia, es más que propicio el momento para reiterar el reclamo de que se acelere la entrega de agua, comida y medicina para los damnificados de seísmo, se eleve la calidad de en la atención médica, se intensifique el proceso de reubicación de más de 1 millón de afectados y se agilice la reconstrucción de la infraestructura física.
Expresa que hay que seguir reclamando a las grandes potencias y organismos financieros internacionales, que brinden ayuda genuina y no oferten préstamos bajo condiciones leoninas que resulten más perjudiciales que beneficiosos. Pide a esos organismos y a los países acreedores, condonar la deuda externa acumulada de Haití como un compromiso que empuje un proceso de reconstrucción que vaya más allá de la coyuntura del terremoto.
“A un mes de la tragedia, las dominicanas y dominicanos, tenemos que sentirnos orgullosos de nuestro elevado espíritu de solidaridad para con nuestros hermanos haitianos. La tragedia volvió a hermanarnos como ocurrió en los versos del poeta haitiano Jacque Viu Renault en 1965 quien ofrendó su vida al defender la soberanía dominicana pisoteada por botas invasoras norteamericanas”, explica Pérez.
Concluye diciendo que la ayuda hacia Haití no debe desaparecer a partir del momento de que ese país deje de ser noticia en los medios internacionales, que tal vez por una visión periodística necrofílica, terminen su masiva cobertura, cuando se termine de contar el último muerto.
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