Dialogo con Poeta Frank Étienne “Yo soy un milagro”
Nobel. Hijo de una campesina analfabeta, con más de 50 libros, es el único caribeño que junto a Vargas Llosa y otros está contemplado para este premio
Escrito por: MARIVELL CONTRERAS
Si hay que buscar un culpable de la situación por la que pasa el mundo en estos momentos, Frankétienne lo tiene: la civilización greco-latina, la judeo cristiana. Las razones, las da él mismo: “Porque ha cometido un crimen contra el hombre, contra la esencia divina del hombre. Ha provocado la fragmentación del ser, que es un pecado”. Es por eso que ahora hay globalización, y totalización, porque a su entender la civilización occidental “ha producido la atrofia de las funciones esenciales, de las virtudes esenciales del cerebro humano, porque ha producido la fragmentación del ser. Ha impuesto la hegemonía del tener sobre el ser”. Afirma que el conflicto permanente en el ámbito internacional es provocado por el conflicto entre el ser y el tener. “Esta crisis internacional es el resultado del fracaso de la cultura occidental. No es solamente una crisis financiera, política, económica, social... es una crisis de la civilización humana”. “Haití tiene muchísimos problemas, pero Haití no tiene la exclusividad de la tontería humana.
El petróleo, el oro, todos los diamantes no van a salvar la civilización humana, la salvación vendrá por la imaginación expansiva y con la verdadera fraternidad y cordialidad”, explica. Sostiene que el problema está en la mundialización y que la solución sólo será posible con la mundialidad de todos los pueblos, pequeños y grandes que existen en la tierra.
Es partícipe de esta última en el entendido de que la mundialización “es la malicia de las grandes potencias para eliminar la esencia y la identidad de los pequeños pueblos”.
RD-Haití
En el caso de su país y el nuestro, entiende que la tensión y confrontación histórica que hemos tenido está relacionada con la educación, ya que esta ha estado basada sobre una conciencia permanente de los problemas históricos, de las diferencias, sin las afinidades”. A esto suma, el hecho de que el poder no ha sido ejercido por hombres conscientes de todas las dificultades para que los hombres podamos vivir como hermanos.
Valora los esfuerzos que ha hecho el presidente Leonel Fernández, a quien considera un hombre con conciencia caribeña y visión continental “y eso es necesario, pero desafortunadamente de mi parte, de la parte de mi país, el pueblo haitiano nunca tuvo dirigentes dignos de nuestra historia”. Entiende que esto ha sido posible, porque desde los primeros tiempos de la independencia (1804), que constituyó lo que él llama un hecho fulgurante (la abolición de la esclavitud, el fin del colonialismo), las élites de Haití “negras y mulatas confundidas, nunca tuvieron un proyecto de fundación nacional y el pueblo y las masas fueron marginadas”. “Haití tiene un pueblo creativo, maravilloso, una tierra que fue considerada perla del Caribe, pero que fue destruido por los predadores y además mantuvieron mi pueblo en una situación de miseria, pobreza y analfabetismo”, lamenta. Para Franketienne el modelo de hombre de esta época es Nelson Mandela y no los que cortan cabezas.
Desaprueba esa práctica del rebelde permanente que reinvindica la fórmula de (Jean-Jacques) Dessalines y se adhiere a los guerreros de la imaginación, a los que extienden la mano. Considera que lo único que puede salvar a Haití es la educación, una educación global, que menciona varias veces con los siguientes apellidos: higiénica, académica, artística, política, ciudadana. Todo esto, continúa, debe incluir una dimensión ecologista “porque es un país destruido, que lo mantiene a flote su creatividad inagotable de este pueblo”.
Anota que esta es la única área en la que su país es competitivo: con la música, la artesanía y enfatiza “hasta con la literatura”. “Eso es increíble en un país con tan alto analfabetismo, es un milagro, Todos los que escriben en Haití son un milagro, Yo soy un milagro”, expresa con vehemencia. Le comento la teoría de Gamoneda sobre el lenguaje que se crea a través de la miseria: “cierto, cierto. No podemos hacer una apología de la miseria, pero debemos reconocer que el dolor, quizás el fracaso, que las caídas son una ocasión que el alma humana sabe aprovechar en la creación”.
Como todo empezó
Un dolor nos permitió trasladar a Franketienne del Palacio Consistorial, donde todos los escritores que vinieron al Festival de Poesía, fueron declarados Visitantes Distinguidos, al hotel Santo Domingo, donde debía tomar una medicación, pues recientemente sobrevivió, a la operación de un cáncer de próstata. En el trayecto, entre escapadas a los tapones y numerosos frenazos motivados por guagüeros desenfrenados, realizamos la entrevista..
Nos acompañaba el artista haitiano residente en el país, Jean Ralph Placide, pero Frankétienne prefirió conversar, “de manera caótica, como la vida”, en español con algunas interacciones en creole que eran rápidamente traducidas por nuestro amigo, políglota.
“Soy artista, pintor, poeta, músico, novelista, dramaturgo, actor y es una manera muy rica y muy original de afirmar al ser que se llama Frankétienne. Yo creo pintura y piezas de teatro para mi afirmación personal”, asegura.
Jean-Pierre Basilique d’Antor Frank Étienne d’Argent, eligió ser Frankétienne, nos dice “Étienne es el apellido de mi madre, porque soy bastardo, ilegítimo. No tuve padre, no tengo padre y lo he aglutinado para asumir mi entidad, mi esencia personal. Soy mi propio padre: Frankétienne, y es una manera de vivir la unidad esencial, íntima de mi ser, en un país destruido por la división, estoy unido conmigo mismo”.
“Soy un genial megalómano, pero soy el más grande creador del Caribe, no de Haití solamente...”, esta afirmación es secundada por diversas páginas digitales y culturales a través del mundo que lo califican como “el escritor haitiano vivo más importante”.
Franketienne se convirtió a partir de los años 70´s, por su férrea oposición a la dictadura de Francois Duvalier y por la publicación del primer romance en creole “Dézafi”, en una especie de conciencia nacional. La diferencia entre él y otros creadores haitianos que han ganado el reconocimiento es que él nunca ha abandonado su residencia en Haití.
En primera persona. ¿De dónde vengo? De una pobre mujer que fue tomada por su padre adoptivo, un norteamericano, cuando ella tenía 15 años y él 63. Ella volvió a la aldea embarazada, me tuvo, se hizo concubina de un hombre que tenía otras seis en el mismo barrio: Bel Air. Ella vendió de todo para levantarme. A mi padre nunca lo conocí, no lo odio, porque no sé de sus razones. Crecí en un clima artístico, mis hermanos tocaban varios instrumentos y yo interpretaba a Puccini, Mozart, Verdi... Todo eso viniendo de la provincia, de la clase popular. Hoy creo que esta realidad era necesaria para construir al hombre que yo soy: Franketienne, inoxidable. ¡Un verdadero milagro!
Franketienne
La espiral
Es la teoría que le permite crear de acuerdo con el universo, en contraposición al círculo “que es la muerte”. Considera que todo está interconectado. “YO MISMO”. Yo mismo en arco iris/ yo mismo en blanco y negro/ yo mismo en paradoja/ yo mismo en disidencia/ yo mismo en mestizaje/ yo mismo inagarrable en canon de erotismo/ yo mismo en carne y hueso/ yo mismo de nieve mezclada con sangre/ maduré bajo la máscara en mí/ alma tan frágil entre las garras del tiempo/ donde sonrió mi angustia./ Subterránea es mi luz hueca/ mis amnesias en el insomnio de mis raíces/ y el incendio de mis tinieblas./ Toco mi soledad en el interior del circo/ y danzo mi locura en un trapecio imaginario...
http://www.hoy.com.do/areito/2009/10/31/300014/Dialogo-con-Poeta-Frank-EtienneYo-soy-un-milagro
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