Secuestradores y estafadores de otro tipo
La plaga del secuestro que consiste en raptar ciudadanos para reclamarles el pago de fuertes sumas de dinero a cambio de su liberación, tuvo efectos devastadores sobre el país durante estos 3 últimos años.
Hoy en día, para extraerles dinero a responsables de instituciones públicas o privadas, individuos no resienten ningún desconcierto para lanzar campañas de difamación, mentiras y denigración contra estos últimos.
Al igual que los secuestradores que operan a Cite Soleil, Martissant, o en las alturas de Pétion-Ville, sus objetivos también, es lograr a llevar los ciudadanos o instituciones difamados a que negocien. Las víctimas de esta campaña como los secuestrados, no disponen al parecer de ningún otro recurso, ya que si ellos se defienden corren el riesgo de ser asesinados moralmente o de ser acusados de querer amordazar la libertad de expresión y de la prensa.
No parece existir otra opción que de hacer cita con el “secuestrador” Saben, no tengo nada personal contra usted, pero "tout bouch fann fèt pou yo manje",”toda boca abierta debe comer” dicho. Se firma pues un jugoso pequeño contrato. Y ya . El Ministro, el Director General o el director de banco aún ayer acusados de todos los males se convierten en los mejores gestores repentinamente, los cuadros iluminados, al fin visionarios.
Pero si, el contrato no se cumple inmediatamente depuse de la cita, entonces allí eso corra el riesgo de un ataque aún más fuerte y destructor. Las acusaciones y las mentiras van a redoblar: arriesga incluso llamadas a la sedición. Así es pues cómo la gente bien, así es como se llaman, se lo arreglan para sacar dinero.
Después de eso, querremos morirnos de indignación cuando la MINUSTAH, ciertamente no blanca como nieve, dice no hacernos confianza porque trabajamos con demasiada parcialidad y luego, qué diferencia entre el secuestrador que retira físicamente y estas aves rapaces, pseudos críticos, analistas políticos o económicos, puesto que sus objetivos son los mismos: forzar honestos ciudadanos física o moralmente para obtener dinero.
Pero, en el caso de los segundos, se trata de secuestradores propietarios de las ondas que se creen por lo tanto inatacables y sobretodo por encima de los principios morales y de las normas de ética profesional. Son conocidas gentes generalmente, "expertos inventados” de todas partes, mercenarios que se prestan a toda clase de misiones la mayor parte del tiempo muy poco católicas, como contribuir a la destrucción de un sector para el beneficio de otro.
Son generalmente como los otros secuestradores, gentes muy exigentes y muy duras para los demás, que hasta llegan a matar moralmente a sus víctimas, pero que al mismo tiempo no cumplen ninguna norma, no pagan sus fichas y sus impuestos o no cumplen con sus cánones frente a sus empleados y el estado. Se los encuentra también en la cabeza de 'instituciones latas que nada mas existen de nombre, a menudo en quiebra incapaces de presentar cualquier balance. La oportunidad de la que creen disponer hasta ahora, es que gozan de una enorme tolerancia a pesar de todo el mal que ellos cometen.
Sin embargo, será necesario lo más rápidamente posible que toda la luz se haga en torno a las actividades de esta gente. Ya que es intolerable e inaceptable que ciudadano honestos se dejan tomar en rehén por extorsionadores, r y chantajistas de todos los pelos. Sobre todo cuando las pruebas de sus fechorías de malos ciudadanos son legiones y disponibles.
Fuente Agencia Haitiana de Prensa sobre http://www.ahphaiti.org.
Comentario: Presentación de un problema de talla pero que se inscribe en un contexto demasiado general como si el autor estuviera dirigiéndose a alguien o algún determinado sector. Viniéndose de una agencia de prensa, esta información tiene sabor de una actitud de defensa tomándose la delantera.
Seria bueno que las victimas se arman de valor para denunciar esta practica. (THOM GATO 06/03/07)
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