Néstor Medrano - 3/9/2007 12:23:00 AM
SANTO DOMINGO.- El Gobierno de Estados Unidos pretende “erradicar de cuajo” el narcotráfico de la zona del Caribe, para lo cual contará con la participación de República Dominicana y Haití, reveló ayer la encargada de la Oficina de Administración de Drogas de Estados Unidos (DEA) Karen P. Tandy, luego de reunirse por más de una hora con el presidente Leonel Fernández en el Palacio Nacional.
Manifestó que existe la necesidad de erradicar esas empresas del narcotráfico que envenenan a los niños, “corrompen nuestros gobiernos y destruyen el futuro de nuestros países”. Indicó que vino a la “isla Hispaniola”, Haití y República Dominicana, como una aliada que trabaja con dos países que están comprometidos con “arrancar de cuajo el narcotráfico”, al tiempo de decir que en esa lucha también está inmerso Estados Unidos.
“Compartimos nuestros recursos humanos entrenados para entonces, trabajamos de manera conjunta en esta misión compartida”, explicó Tandy al salir del despacho presidencial en compañía del embajador de Estados Unidos, Hans H. Hertell.
Manifestó que tuvo el privilegio de reunirse con Fernández Reyna, de quien dijo practica un liderazgo extraordinario, no sólo para República Dominicana sino para la región completa y toda el área occidental. Dijo que la DEA tendrá participación en la próxima cumbre de presidentes con el tema del narcotráfico que se inicia el 15 de marzo y que contará con los presidentes Álvaro Uribe, de Colombia, y René Preval, de Haití, además de importantes líderes regionales.
“La DEA y el Gobierno de Estados Unidos también tendrán participación y estaremos representados en la Cumbre de Presidentes junto a Leonel Fernández”, apuntó.
Visita a LeonelDijo que su reunión con Fernández, junto al embajador Hertell fue para planificar cómo se va a enfrentar “estas empresas de narcotraficantes que envenenan a nuestros niños, corrompen nuestros gobiernos y destruyen el futuro de todos nuestros países”.
La funcionaria estimó que es en base a esta gran alianza que se va a destruir el narcotráfico y a las organizaciones que influyen en su accionar.
El presidente Fernández recibió a la funcionaria en su despacho. Previo al encuentro con el jefe de Estado, la zar antidrogas estadounidense ya se había reunido con el procurador general de la República Radhamés Jiménez, el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda y el mayor general Rafael Ramírez Ferreira, presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Fuentes: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=5559
Nuestro comentario:
Hay que reconocer que hoy en día, la cuenca del Caribe ha dejado de ser un punto estratégico en la lucha geopolítica para una cualquiera supremacía. Los movimientos revolucionarios habiéndose arreglado en el baúl de los recuerdos, algunos países de América Latina y del Caribe habían perdido todo interés para el imperio norteamericano. El espectro del comunismo se había borrado definitivamente del firmamento capitalista. Los estados unidos se pusieron a mirar hacia otro lugar, otras esquinas del mundo donde otras realidades crearon otros tipos de intereses.
Países paupérrimos como Haití no inspiraba ninguna otra consideración fuera de la problemática de la llegada de eventuales boat people en las costas de Florida. Fuera de este inconveniente, lo que sucedía y ocurría en Haití no era tan relevante para suscitar una acción o una reacción particular.
Después de mostrar una actitud hacha de ambivalencia y ambigüedades frente a las exacciones de Jean Bertarnd Aristide que día tras día había terminado por perder toda legitimidad por las atropellos acometidos en contra de al democracia participativa, los estados unidos siguieron la corriente a los franceses y los canadienses quienes entendieron y aceptaron que Arístides en ese momento no forma parte de la solución a los problemas de Haití sino representaba en sustancia una parte importante del problema.
Hay que hacer notar que durante los gobiernos anteriores a Aristide y sus mismos gobiernos según las rumores que circulan hubo un auge de tráfico de estupefacientes. Como prueba se puede referir a los expedientes de importantes personajes de la vida económica y política de Haití involucrado e encarcelado por drogas donde el tío Sam.
Hoy en día, la zona vuelve a recobrar cierta importancia. La isla de Haití o Quisqueya se ha convertido como ruta por excelencia para encaminar estupefacientes hacia los estados unidos y Europa. De ahí surge la necesidad imperativa de conllevar una acción conjunta para cortar le la ruta a los narcotraficantes.
Entre Haití, la Republica Dominicana y los estados unidos ha surgido la base para una nueva cooperación. Lo que hay que preguntarse a cual precio se hará este trabajo conjunto para llegar a una satisfacción plena del súper potente.
¿Los peldaños políticos serán negociados en función de la participación a esta lucha?
¿Qué recibirán los gobiernos de Haití y republica dominicana en cambio?
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