Dos Ministros fallan en convencer a un sindicato de conductores haitianos de dejar pasar los autobuses dominicanos después de ataques contra la compañía haitiana Capital Caoch Line en territorio vecino
Sábado 20 de diciembre de 2008, Radio Kiskeya
Un conflicto entre transportistas haitianos y dominicanos ha degenerado estas últimas horas, implicando la parálisis de las actividades en la frontera de Malpasse/Jimanì (alrededor de 40 km al noreste de Port-au-Prince), dónde los Ministros de Interior, Paul Antoine Bien-Aimé y Asuntos Exteriores, Allrich Nicolas han intentado sin éxito el pasado sábado de normalizar la situación.
El sindicato de los conductores dominico haïtiano (Sin-Trans-Haï-Do), basado en la localidad de Fonds Parisiens (Fondo-Parisiense), bloqueó desde sábado la entrada de los autobuses dominicanos en territorio haitiano después de una serie de ataques y amenazas de los cuales fueron objetos los autobuses de la compañía haitiana Capital Coach Line que se dirigía al otro del lado de la frontera.
Por lo tanto, se enfrentan viajeros haitianos y dominicanos a enormes dificultades.
Después de varias horas de debate con el embajador de Haití a Santo Domingo, Fritz Cinéas y los representantes del sindicato, los Ministros Bien-Aimé y Nicolas hann, en presencia del Comisario de policía de Malpasse, Vanel Lacroix, invitado los protestadores a poner fin a su movimiento.
Una propuesta inmediatamente rechazada, los transportistas alegando que nada garantizaba la seguridad de sus autobuses ante las actitudes cada vez más violentas de los miembros del sindicato de conductores de la ciudad fronteriza dominicana de Jimanì.
El titular del interior puso en guardia contra una agravación de la situación en la frontera en caso de que los miembros del Sin-Trans-Haï-Do permanecieran acampados sobre su posición.
Por su parte, el canciller Nicolas prometió entablar negociaciones con las autoridades dominicanas con el fin de encontrar una solución a la crisis.
Pero, entretanto, deseó que los transportistas dominicanos sean autorizados a reanudar sus actividades hacia Haití.
El Secretario General del sindicato de los conductores dominico-haïtiano, Jean Norlex Volcy, fue designado para proseguir en nombre de los suyos las negociaciones con el Gobierno.
Cuestionado por Radio Kiskeya, Roosvelt Jean-François, director de Capital Coach Line, precisó que miércoles pasado miembros del sindicato dominicano había intentado incendiar un autobús de la única compañía haitiana que opera sobre el circuito Port-au-Prince/Santo Domingo.
Un informador había permitido in extremis al vehículo escapar a la furia de varios individuos armados de latas de gasolina que estaban en emboscada sobre una montaña que domina la carretera internacional Malpasse/Jimanì, uno de los principales puntos de circulación entre los dos países.
Al mismo tiempo, los cristales de otro autobús de la compañía fueron rotos a pedradas. “Nosotros podemos comprar nuevos autobuses, pero no la vida de nuestros pasajeros”, lanzó el Sr. Jean-François quien denuncia las ambiciones monopolísticas de las grandes compañías de transporte dominicanas tales como Caribe Tour y Terrabus quienes serían los autores de las violencias en cascada contra Capital Coach Line.
Sr. Jean-François aprovechó para rechazar una propuesta de las autoridades haitianas de concluir la próxima semana un protocolo de acuerdo con los dominicanos.
El empresario haitiano, que declara pagar de manera irreprochable sus obligaciones fiscales en ambos lados de la isla, denuncia la decisión de las autoridades dominicanas de reducir en 3 a 1 solo los viajes diarios de sus autobuses mientras que 30 vehículos dominicanos de transporte de pasajeros penetran todos los días en territorio haitiano.
Miembro del Sin-Trans-Haï-Do, Capital Coach Line, fundada en 2003, es una compañía que cuenta hoy más de una treintena de empleados. Dispone de cinco autobuses de una capacidad promedia de 40 asientos, importados desde Brasil por mas de 250.000 dólares americanos cada uno.
En el muy lucrativo mercado dominico-haitiano del transporte por carretera, un pasajero paga $75 US para una ida y vuelta Port-au-Prince/Santo Domingo que requiere un trayecto de cerca de 600 kilómetros. spp/Radio Kiskeya
http://www.radiokiskeya.com/spip.php?article5530
HCyN opina:
Ese es uno de los aspectos de la relaciones entre las dos naciones. El nivel de subdesarrollo desigual en cada lado de la frontera ha creado un “gradiente” de movimiento especifico en función de renglón de actividad. Hoy, Haití y los haitianos dependen casi exclusivamente de la Republica Dominicana para llenar el famoso llamado canasta familiar. Hasta un “coco de agua” viene de la frontera.
Los visitantes de HCyN han seguido por este medio, las reacciones de la prensa y la población dominicanas frente al problema de la gripe aviar. Ellas se expresaron como si Haití no tenia el derecho de proteger a sus ciudadanos aun que fuimos de los primeros en pensar que no teníamos los medios para controlar lo que sea que viniere del otro lado de la frontera. Gracias a Dios que no fuera algo realmente peligroso para la salud. Cuando los productores de pollos y de huevos estuvieron a punto de quebrarse, los vecinos reaccionaron prohibiendo la venta de un producto que se llama TORO, dique una bebida energizante.
En este caso no es raro que ciertos dominicanos vean mal que un autobús haitiano trate de meterse en el negocio del transporte contra más de treinta locales.
Según esta noticia, no se menciona la reacción de las autoridades dominicanas. Los dominicanos tienen la obligación de ofrecerle protección a los ciudadanos y a las compañías que legalmente han sido autorizadas a efectuar el trayecto.
La actitud de los ministros haitianos exigiendo una autorización para que las guaguas dominicanas pasen sin que haya una garantía a favor del autobús haitiano no es una actitud responsable.
Y en este caso, si las cosas suceden asi como la parte haitiana lo relata, los sindicatos haitianos deben proseguir la lucha para que obtenga la debida garantía de protección para proseguir con la explotación de la ruta como una empresa haitiana…
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