Sobre las escuelas de Haití:

De nuevo el mundo de las escuelas de Haití ocupa la una de la actualidad. Es cierto que la historia de huelga de las escuelas públicas sobre un fondo de demagogia del antiguo Ministro Gabriel Bien Aimé que, según la administración actual habría nombrado a millares de profesores sin tener en cuenta la disponibilidad o no de los fondos destinados a pagarles, está en cabeza de los movimientos de la actualidad.
Quiero hablar esta vez de este movimiento de pánico generado por la explosión de dos baterías de teléfonos portables. Hasta hoy, ignoraba que eso podía llegar. Que dos baterías de dos teléfonos portables colocadas a proximidad en un bolso podían estallar. Quisiera a pesar de todo escuchar otras versiones de los hechos.
Como al final del año último, el universo educativo haitiano hizo la espalda redonda dejándose señalar del dedo como un sector irresponsable e irrespetuoso de la vida. Los directores rápidamente se vieron asimilados a mercenarios empujados por la sola y única motivación famoso “getting money” nadie se atrevió a tomar la defensa de este sistema que a pesar de todo representa el futuro del país.
Con todo en Haití no funcionan solamente escuelas que se convierten a deseo en tumbas para enterrar a los niños en busca del pan de la instrucción. Existe gente en este país que cree de una manera ciega y casi integrista a las virtudes de la buena educación.
Fruto de una visión moderna del ideal de la buena educación los hermanos Joseph, Jean Maret y Herbert concibieron “ la institución Cristiana de Haití” una institución que marca el paso con innovaciones audaces y adaptadas que contemplan el rendimiento óptimo para profesores y enseñados.
HAITÍ CREMA Y NATA se entrevistó detenidamente con el Sr. Herbert Joseph en una conversación que se publicará pronto de tal modo que presente este concepto nuevo y eficaz cuya multiplicación exponencial se desea para el desarrollo del país basado en el conocimiento íntegro y en los valores del hombre