Baduel anunciará antes del fin de año detalles de la ConstituyenteMás de 25 organizaciones que lo respaldan ya están recolectando firmas para convocar la iniciativa con 15% de los electores inscritos, como establece el artículo 348 de la actual Carta Magna
20 de diciembre, 2007 09:02 am - Yaneth Fernández
Adelante, se escucha al final del pasillo, con el fondo de un canto gregoriano que da la bienvenida a una oficina en perfecta armonía. Una amplia vista de Caracas y santos alrededor son suficientes para decorar. Al entrar, a mano izquierda, un escritorio repleto de libros, entre ellos El Principito, "que siempre hay que leer". Justo al frente está sentado quien fuera ministro de la Defensa del presidente Hugo Chávez, vestido de jeans, camisa de rayas y un saco.
Se trata del general retirado Raúl Isaías Baduel quien, a cinco meses de su pase a retiro, vio la necesidad de manifestarse en contra de la reforma constitucional, para evitar que se consumara un "golpe de Estado", postura que le valió el título de "traidor" por parte del Gobierno. Su lucha continuó, y hoy está dispuesto a defender los intereses del país con la activación de una Asamblea Constituyente.
Prueba de ello es que presentará en los próximos días el por qué y para qué de su propuesta. Más de 25 organizaciones que lo respaldan ya están recolectando firmas con el objetivo de convocar la iniciativa con 15% de los electores inscritos, como establece el artículo 348 de la actual Carta Magna.
-¿Cómo se siente hoy que los venezolanos le dijeron no a la reforma?
Siento que triunfó la democracia y el civismo, a través del pueblo que plantó un muro infranqueable ante las pretensiones de usurpación del poder constituyente y de querer imponer un diferentísimo modelo de país.
Ahora, yo previo al 2 de diciembre -y lo sostengo- dije que independientemente de los resultados se abría una nueva dinámica política favorable a todos, para que entendamos la importancia que tiene la Carta Magna como contrato social. Pero una de las lecciones que también debemos sacar es que todos tenemos derechos, y particularmente reconocer a quienes han sido excluidos, los que engrosan los cinturones de miseria en las ciudades de nuestro país.
-¿Cuál es entonces la necesidad de plantear una Asamblea Constituyente?
En la madrugada del 3 de diciembre alerté al país de que no podíamos bajar la guardia, en el sentido de que la amenaza persistía. Y ya los hechos me han dado la razón. Podemos decir que se ha aprobado un plan de desarrollo económico y social 2008-2013 donde se establece un modelo de producción socialista, y donde se contemplan diversas formas de propiedad que no están establecidas en la Constitución y las leyes.
Además, personajes vinculados a la mal llamada reforma han dicho que a como dé lugar van a instrumentar esa propuesta por leyes habilitantes, enmiendas constitucionales o iniciativas populares.
-¿Y usted que pretende con la Constituyente?
Primero, que deben estar representados todos los sectores del país, sin exclusión alguna. Insisto en que esa es el arma eficiente para poner coto a esa pretensión, que se siga materializando la amenaza. El pueblo no puede permitir que se le meta de contrabando esa propuesta de mal llamada reforma.
Aspiramos dejar adelantado antes de que finalice el año el por qué y el para qué de la Asamblea Constituyente, y apenas comience el año podemos hacer la propuesta.
-¿La Asamblea Constituyente rescataría la autonomía de los poderes?
Precisamente la idea que hemos ido valorando es que esta asamblea tenga la facultad de solicitar que los poderes constituidos rindan cuentas al país.
-¿Cómo lidiar con la tesis de algunos voceros de oposición que consideran innecesaria la propuesta?
Quien no interprete el mandato que el pueblo ha dado se está ciñendo a intereses de parcialidades. Yo no entiendo cómo algunos de esos factores se presentan como los válidos intérpretes de la voluntad popular, y en función de eso son los voceros autorizados para sentarse en una mesa de negociación con el Gobierno. Yo me pregunto a negociar qué y el interés del pueblo dónde queda.
-Entonces, ¿no cree en el llamado a la reconciliación?
Pienso que no se puede decretar ni puede verse como una novela rosa, de una manifestación de propósito. La reconciliación se construye, y en ese caso la convocatoria de la asamblea constituyente es un espacio válido para que todos los sectores del país sean oídos.
-En el terreno político, ¿Raúl Isaías Baduel se está preparando para ser el futuro candidato presidencial?
Raúl Isaías Baduel ciudadano quiere servir en grande, y ser útil ese es mi propósito. Este momento demanda que cada uno de nosotros, desde los espacios de su ciudadanía, dé su aporte en función de los intereses del país, y no de pretensiones particulares.
-Es decir, ¿que las circunstancias lo decidan?
Por mis convicciones de fe, más que las circunstancias, debemos acogernos a la voluntad de Dios, pero también debemos tener disposición de ser instrumentos apropiados de esos designios.
-Usted habla de Raúl Isaías Baduel ciudadano, ¿cómo se define esa persona que muchos desconocen?
Soy el ciudadano Raúl Baduel, sin ningún adjetivo, que cree profundamente en la democracia. No soy un hombre violento. No suscribo que la violencia sea el mecanismo más apropiado para dirimir los conflictos o resolver las situaciones. Por lo tanto, hacia allá está centrado mi esfuerzo, para que prive la sensatez y la cordura, para que el civismo y la democracia se mantengan en un lugar preeminente.
-¿Es precisamente el civismo y la democracia lo que lo motivó a estar en otra acera?
Creo que he procurado mantener una conducta acorde con los principios y valores éticos que me inculcaron, en primera instancia, en mi hogar, y que me reforzaron en la vida militar activa.
En todo caso, que pueda darse esa interpretación de que Raúl Baduel cambió de acera, no. Me he mantenido en la acera en la cual siempre he creído que me debo mantener. En la acera del respeto a la Constitución y las leyes.
-¿Por qué esperó la reforma para pronunciarse y no lo hizo cuando era militar activo?
Primero que hubiese sido la negación a lo que siempre señalé de mi apego a la Constitución y a las leyes, y hubiese sido un ejemplo antidemocrático. Además de una actitud desconsiderada, y totalmente desproporcionada, hacia la institución armada, que la tomara yo como una tribuna política.
-¿Entonces la Fuerza Armada Nacional es apolítica?
Siento, y ahora más como ciudadano, que debemos ir desterrando de la sociedad la tendencia de pretender asignarle un rol a la fuerza armada que no le está dado constitucionalmente de actor y árbitro de la política.
Uno oye por qué la fuerza armada no ha hecho alguna acción para solventar de una vez por todas los problemas de la nación, pero es que precisamente no podemos seguir fomentando que la FAN tenga la primera y la última palabra, sobre todo cuando de orden político se trata.
-¿Esa decisión debe estar en manos de quién?
Del pueblo. El poder de la democracia. Esa es una facultad indelegable e inalienable.
Cuando usted era oficial activo ¿ya había planteado sus críticas a la reforma?
Siempre que consideré que debía dar una opinión, procuré hacerla en términos respetuosos, por los canales regulares.
En mis actuaciones, como Ministro de la Defensa, puedo señalar que en los Consejos de Ministros llegué a consignar votos adversos ante algunos aspectos que apreciaba como contrarios a los intereses de la nación.
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