Jacobo G. García, Puerto Príncipe
Pasión por el fútbol
A punto de cumplir seis meses desde el terremoto que destrozó el país caribeño, más de mil haitianos se reunieron frente a la pantalla levantada por la ONU en el Estadio nacional para que ningún haitiano se quedara sin Mundial.
Así que lo abarrotaron en cada partido de Brasil, volvieron a hacerlo cada vez que jugaba Argentina y, aunque en menor número, acudieron también para ver el encuentro entre Alemania y España.
¡¡¡Casillas, casillas¡¡¡ gritaba el pequeño Josué cada vez que Villa tocaba la pelota. Pero daba igual. La grada entera jaleaba los nombres de los españoles aunque jamás coincidieran pelota, nombre y jugador al mismo tiempo. Tanto el de Móstoles como el Guaje son los dos nombres más populares en este país, que un día allá por 1974 llegó a participar en un Mundial.
En la grada se vendían cerveza, refrescos y maracas confeccionadas con botellas de plástico rellenas con granos de maíz para aportar ruido y folclor a una semifinal que se jugaba en la otra punta del planeta.
¿Y los aficionados? los aficionados iban con los dos equipos. Daba igual quien atacara o la porteria que estuviera en apuros. Se gritó cada jugada como si fuera el minuto 90.
La igualdad y la limpieza del terreno de juego tenía su prolongación en un estadio de Puerto Príncipe que terminó aplaudiendo el pase a la final de España. Eliminado Brasil todo lo demás daba igual.
Cientos de jóvenes acudieron después de clase para ver el mejor fútbol en pantalla gigante y narrado en creole. Y junto a ellos algunos cascos azules brasileños y periodistas extranjeros que no querían perderse el gran momento.
Pocos se acordaban que aunque en este mismo lugar hace algunos también se presenció fútbol de verdad y en directo cuando Ronaldo y otras estrellas del fútbol participaron en un encuentro a beneficio de las víctimas del enésimo terremoto que golpeó Puerto Príncipe.
Menos aún que el hombre que da nombre al estadio, Sylvio Cator, fue el mejor deportista del país y el primer saltador de la historia en pasar de los ocho metros.
Si tenían bastante más fresco el recuerdo de cientos de familias durmiendo durante semanas bajo los plásticos tras el sismo del 12 de enero, donde ahora se alza la pantalla. También que sobre este césped artificial la ONU comenzó el masivo reparto de ayuda humanitaria organizando largas colas que daban la vuelta al estadio.
Pero algo ha ido cambiando en Haití y casi 180 días después cientos de personas se reunieron en el mismo lugar no para gritar agua o comida, si no gol de...Casillas.
http://www.elmundo.es/america/2010/07/08/noticias/1278562000.html
Abrimos este espacio en 2007 cuando en Haití se hablaba también español debido a la presencia de los soldados latinos de la MINUSTAH. Una ventanilla de expresión hispánica para verse mejor . Después del 2010, el mundo hispano se ha acercado bastante a Haití. Sirvio para darse cuenta del distanciamiento de sus vecinos de culturas hispanas casi todas. Esta sigue abierta para recibir todos aquellos que quieran entender y ayudar a esta nación patrimonio de la humanidad.
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