Por Cristina del Mar Quiles
Gurabo, PUERTO RICO, INS.- El vicepresidente de República Dominicana, Rafael Alburquerque, reconoció hoy que el incremento de inmigración de haitianos a su país tras el terremoto del 13 de enero de 2010 han aumentado las presiones fiscales y, con ello, las reticencias del colectivo social.
Los haitianos demandan de las autoridades dominicanas servicios de salud y educación, dijo.
Este último, se supone, le sea brindado a todos los niños aún en condición de ilegalidad, hasta los 12 años de edad, sostuvo Alburquerque durante su exposición en el simposio "Migraciones y su impacto político, económico y social", celebrado en la Universidad del Turabo.
El desastre ocurrido a principios del año pasado en Haití ha significado el aumento del volumen de haitianos que buscan una mejor oportunidad en el vecino país.
Desde mucho antes, ya Haití representaba la principal fuente de migrantes en República Dominicana, lo que con el pasar de los años ha incidido en una vieja política de admitir entrada sólo a trabajadores de manera temporal, bajo la modalidad de "temporero bajo un contrato de trabajo.
Según detalló Alburquerque, esta política, que era aplicada principalmente en la industria azucarera, implicaba una alta rotación impuesta por la estacionalidad de la producción de dicha industria, que impedía la posibilidad de integración del trabajador.
La situación, entonces, ha cambiado, manifestó el vicepresidente dominicano.
Añadió que aunque la demanda de trabajo de los migrantes haitianos se sitúa donde la tasa de beneficio depende de bajos salarios o ingresos ocasionales, como son diversos tipos de servicios, comercio y actividades agrícolas, recientemente ha comenzado a registrarse demanda de mano de obra de cierta calificación, especialmente en el sector turístico.
"Esto ha motivado ciertas reticentes del colectivo social a admitir a los trabajadores haitianos que realmente podría requerir la economía dominicana", dijo Alburquerque sobre temores de corte racista que se se amparan en "el temor que menoscaban la homogeneidad cultural o aumentan la violencia ciudadana".
Señaló, asimismo, que la presencia haitiana en la fuerza de trabajo ha incidido en la depresión de los salarios promedios nacionales.
Como consecuencia de la alta migración de haitianos, las remesas a Haití crecen a un ritmo mayor que las dominicanas, destacó Alburquerque.
"No obstante, Haití recibió para el 2009 remesas por un valor dos veces y medio inferior al recibido por República Dominicana".
No existen números concretos sobre la cantidad de haitianos en República Dominicana, lo que Alburquerque adjudica a "lo que parece ser el resultado de las dificultades de captar en los censos de extranjeros a esta población". INS
http://www.lanaciondominicana.com/ver_noticia.php?id_noticia=26370&sesion_periodico=41
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