La solución cultural para las víctimas de Haití

El presidente dominicano impulsa la colaboración entre intelectuales y estudiantes de ambos países para reducir los conflictos tras el terremoto Internacional
03/03/2011 - 07:00h
JOSEP LLUÍS MICÓ.- Barcelona
Ni endurecer la vigilancia en la frontera ni someter los intercambios económicos a férreas condiciones sociopolíticas. El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, ha llegado a la conclusión de que para mejorar la complicada relación de su país con la vecina Haití, especialmente tras el terremoto de enero de 2010, lo idóneo es estrechar los lazos que permite anudar la cultura.
Lo habitual es que cuando afloran los conflictos internacionales, los mandatarios esgriman la fuerza del ejército, la policía o las inversiones. Sin embargo, Fernández, del progresista Partido de la Liberación Dominicana, ha preferido confiar en el conocimiento.
Las expectativas que ha depositado en el poder conciliador del desarrollo artístico y científico se plasman sobre todo a través de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), institución privada sin ánimo de lucro de la que es también presidente honorario.
Leonel Fernández recibió el lunes en la capital, Santo Domingo, al candidato Michel Martelly, que aspira a presidir Haití tras las elecciones del próximo 20 de marzo. La cuestión bilateral más espinosa es la migración de indocumentados.
Según los cálculos de Naciones Unidas y Amnistía Internacional, antes del seísmo había 600.000 haitianos en situación irregular en la República Dominicana. Tras la catástrofe, una de las más graves de la historia porque costó la vida a 316.000 víctimas, causó heridas a 350.000 y dejó sin hogar a un millón y medio, la cifra ha aumentado.

Explotación de niños y cólera
Martelly, conocido popularmente como Sweet Micky, su nombre artístico como cantante, actividad que ejercía antes de dedicarse a la política, admitió que la lucha contra ese flujo de desplazados sería una de las prioridades en su gestión si derrotase a su rival, Mirlande Manigat, para suceder a René Préval como jefe de estado.
Y es que los problemas migratorios entre Haití y la República Dominicana, que comparten la isla Hispaniola o Quisqueya, han sido constantes. La mayoría de la población dominicana no oculta su preocupación por este asunto.
Le angustian especialmente las redes mafiosas que explotan a menores de edad haitianos que mendigan por áreas como el centro de Santo Domingo y la posibilidad de que les contagien el cólera, enfermedad contraída por miles de afectados del terremoto. De hecho, tras calibrar la evolución de la epidemia, la Organización Panamericana de la Salud prevé que sigan apareciendo casos en Haití durante años.

Efectos y efectismo
Este contexto no ha impedido que Funglode, creada en 2000, haya seguido promoviendo su Foro Global Dominico-Haitiano, sino todo lo contrario. Basándose en el análisis de los fenómenos mundiales que reclaman políticas públicas audaces, se ha ocupado del seísmo y sus consecuencias desde un punto de vista casi inédito. Frente a la divergencia social, la fundación, que no es un think tank al uso, está consiguiendo aproximar a los intelectuales, académicos y estudiantes de ambos países.
Su planteamiento implícito es el siguiente. La solidaridad, que únicamente cubre las necesidades más inmediatas y primarias de los perjudicados, continúa siendo útil. Así, sus técnicos no dudaron en acompañar al actor Vin Diesel y al cantante Ricky Martin en sus visitas humanitarias a Haití. No obstante, según mantienen, a medio plazo, la estrategia debe ampliarse.
La fundación, por cuya sede han pasado personalidades como la actual secretaria de estado norteamericana, Hillary Clinton; el ex secretario general de la ONU Kofi Annan; o el ex presidente español José María Aznar, es partidaria de combinar el efectismo de los flases de los fotógrafos de prensa con el efecto silencioso pero consistente de la educación y los valores.
http://www.lavanguardia.es/internacional/20110303/54122034352/la-solucion-cultural-para-las-victimas-de-haiti.html