03:54 pm 29-Mar de 2012 BBC Mundo
Un grupo lleva 77 días esperando poder entrar en Brasil, una resolución de Brasilia para ordenar el flujo de inmigrantes haitianos los dejó del otro lado de la frontera
Duermen en las calles y en las plazas de la ciudad amazónica de Iñapari, en Perú, a la espera de que el gobierno de Brasil los acoja. Su viaje comenzó a muchos kilómetros de allí, en Haití. Y su espera dura ya 77 días.
Son al menos 273 los inmigrantes haitianos que aguardan en ese punto de la frontera.
Estaban en camino a Brasil cuando el 12 de enero pasado las autoridades anunciaron su intención de poner orden en el flujo de haitianos que ingresan a ese país.
El Consejo Nacional de Migración (CNIG por sus siglas en portugués) decidió que la embajada brasileña en Puerto Príncipe otorgaría visas de trabajo por mes a un centenar de haitianos que quisieran vivir en el gigante sudamericano.
Mientras, la Policía Federal comenzó a cerrar el ingreso en las fronteras a los haitianos sin visado.
Los 273 haitianos de Iñapari -de 1.500 habitantes y fronteriza con el municipio de Assis Brasil, en Acre- se encuentran en esa situación: salieron de Haití sin permiso y viajan sin visa.
Para llegar a la frontera, el grupo ha hecho un largo viaje que partió de la capital haitiana, Puerto Príncipe. El peregrinar comenzó con un vuelo con destino a la República Dominicana, seguido de otro a Panamá y otro más a Ecuador.
Desde Quito, la capital ecuatoriana, los haitianos fueron a Colombia en autobús y, finalmente, a Perú, donde se dirigieron hacia la frontera con Brasil. La travesía duró cuatro días y se consumió la mayor parte del dinero que cargaban los inmigrantes. Algunos dicen haber gastado unos US$5.000 en el camino.
Ducha por plata
“No sabía que la frontera estaba cerrada, pensé que la cruzaría en el mismo día”, le dijo a BBC Brasil Guerbem Saint-Germain, de 24 años.
“Me gasté todo mi dinero en el viaje, e incluso, si quisiera, no podría volver a Haití”.
Guerbem, que trataba de llegar a Sao Paulo, ha estado durmiendo en la glorieta de la plaza central de Iñapari con decenas de conciudadanos, en su mayoría hombres.
El grupo también está conformado por alrededor de 20 mujeres y niños que fueron alojados por los residentes locales en sus casas o almacenes.
El resto duerme en toda la ciudad, bajo cualquier cobertura que los proteja de las frecuentes lluvias que caen sobre la región y que inundaron Iñapari hace dos semanas.
Según Guerbem, la comida que le llega al grupo es donada por asociaciones solidarias de Assis Brasil. Él se queja de que lo difícil que es poder acceder a un baño, ya que los habitantes de la ciudad peruana les cobran para usar sus duchas.
“Les pido a los brasileños que vengan a ayudarnos, porque no podemos aguantar más”.
“Jefes de hogar”
Por hablar español, Mason Facius Etienne fue elegido como líder del grupo y encargado de representar a todos en las negociaciones.
Etienne señaló que las autoridades peruanas se habían comprometido a interceder por ellos ante el gobierno brasileño. En la última reunión, dice, le aseguraron que la frontera estaría abierta a principios de abril, pero añade que compromisos anteriores no se cumplieron.
Según Etienne, la mayor parte del grupo está formado por jefes de hogar. Dado que no han trabajado por casi tres meses, dice, los familiares que dependen de ellos en Haití también están siendo perjudicados.
“Hay familias allá que están alquilando sus propias casas porque no tienen otros ingresos. Aun así tenemos fe, porque nos dijeron que en Brasil había trabajo para nosotros. Si hubiese trabajo en Haití no me habría ido”.
Etienne agrega que entre sus compañeros hay muchos trabajadores calificados como carpinteros, electricistas, maquinistas y mecánicos. Con la esperanza de entrar, varios están tomando clases de portugués con un profesor de Brasil Assis que se ofreció como voluntario para ayudarlos.
Control fronterizo
Según el Ministerio de Justicia de Brasil, hay cerca de 4.000 inmigrantes haitianos en ese país.
Con la entrada en vigencia de la nueva normativa, el gobierno trató de ordenar el flujo de haitianos en suelo brasileño, según las palabras del ministro José Eduardo Cardozo
“No podemos aceptar que la situación no tenga absolutamente ningún control”, dijo en ese momento.
También dijo que, con la medida, los haitianos serían menos vulnerables a la acción de los intermediarios (también llamado coyotes) que cobran por transportar inmigrantes sin papeles, a menudo sometiéndolos a riesgos y condiciones degradantes.
Aunque la resolución dice tener en cuenta razones humanitarias, debido al “empeoramiento de las condiciones de vida de la población haitiana tras el terremoto” de 2010, la medida fue criticada por activistas de derechos humanos, que la califican como un intento del gobierno para restringir la entrada de los haitianos.
Según Camila Asano, la coordinadora de la ONG de derechos humanos Conectas, la medida no tuvo en cuenta a los haitianos que se encontraban en viaje cuando se aprobó y los dejó en una situación de 'extrema vulnerabilidad'.
Asano dice que, además de los haitianos en Iñapari, hay otros cientos que esperan la regularización de su situación migratoria en la ciudad de Tabatinga, en el Amazonas brasileño.
“Las condiciones dramáticas, como la realidad actual de Haití, requieren de respuestas rápidas y de apoyo. Es posible que más de 400 personas hayan quedado al margen de una política que el gobierno anunció hace dos meses como una medida innovadora en la búsqueda de una solución humanitaria”, señaló Asano.
La activista quiere que el gobierno informe cómo está divulgando los detalles de la nueva normativa a los posibles beneficiarios en Haití.
Según un portavoz del Ministerio de Justicia, la cuestión de los haitianos sin visado en Tabatinga está siendo discutida por gobierno. En cuanto a los haitianos en el Perú, Brasilia señala que pueden buscar a las representaciones diplomáticas brasileñas en ese país para tratar de obtener una visa.
Dificultades burocráticas
En una visita a Haití realizada el pasado febrero, BBC Brasil supo que el 30% de la cuota de visas previstas por la nueva ley se concedió en su primer mes de entrada en vigencia.
De acuerdo a la embajada de Brasil en Puerto Príncipe, se ha producido una gran demanda de visas por parte de los haitianos, pero los requisitos burocráticos adicionales obstaculizan la concesión de más permisos.
Para solicitar una visa, el interesado debe tener un pasaporte al día, ser residente en Haití (hecho que debe ser demostrado por el certificado de residencia) y presentar un certificado de buenos antecedentes.
Con todos los documentos en la mano, debe pagar US$200 por la visa.
http://www.el-nacional.com/noticia/28962/24/Los-naufragos-haitianos-en-la-Amazonia-peruana.html
Abrimos este espacio en 2007 cuando en Haití se hablaba también español debido a la presencia de los soldados latinos de la MINUSTAH. Una ventanilla de expresión hispánica para verse mejor . Después del 2010, el mundo hispano se ha acercado bastante a Haití. Sirvio para darse cuenta del distanciamiento de sus vecinos de culturas hispanas casi todas. Esta sigue abierta para recibir todos aquellos que quieran entender y ayudar a esta nación patrimonio de la humanidad.
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