Autoridades militares destacadas en la zona fronteriza rescataron este martes a nueve niños haitianos, entre cuatro y diez años, que transportaba en un vehículo un compatriota hacia Santiago.
Los niños eran transportados por Lula Toushino, detenido por las autoridades, tras informar que serán devueltos al vecino país.
El incremento del tráfico de niños haitianos ha sido denunciado en forma reiterada por organizaciones haitianas y dominicanas, luego del terremoto del pasado 12 de enero, que causó miles de muertos y pérdidas millonarias a la infraestructura de Haití.
Las autoridades haitianas y dominicanas han sido emplazadas por las entidades de derechos humanos de los dos países tomar medidas conjuntas para detener dicho delito.
Antes del terremoto que asoló el vecino Estado, decenas de niños haitianos eran transportados desde la frontera hasta Santiago, Puerto Plata y otros pueblos del Cibao, donde eran distribuidos en las calles para que pidieran a los automovilistas y transeúntes.
Los niños haitianos son vistos en las esquinas de avenidas concurridas como la 27 de Febrero, en la esquina que conforma esta avenida con la Lincoln, Lope de Vega y Tiradentes, donde se dedican a limpiar parabrisas de automóviles, a la venta de tarjetas de teléfonos, accesorios para vehículos y otros artículos que les dan a vender adultos, que los recogen en horas de la tarde o la noche, luego de una ardua jornada de trabajo, en medio de un candente sol o de copiosas lluvias.
Organizaciones de derechos en la región norte y en la Capital han calificado de alarmante y desbordante el tráfico de niños haitianos a Santiago y poblaciones vecinas tras el terremoto registrado en Haití el pasado 12 de enero y que dejó unos 270.000 muertos.
Los representantes de esas entidades pidieron al Gobierno que preste atención a la situación porque se ha convertido en un detonante que en el futuro inmediato puede ser un grave peligro para el país. El tráfico de niños haitianos no ha podido ser controlado, por la poca o deficiente vigilancia en la frontera, o el soborno a los militares por parte de los traficantes.
Se ha denunciado que bandas que operan en Haití en contubernio con dominicanos, han aprovechado la situación dejada por el terremoto para traficar con indocumentados, particularmente con niños.
Con el argumento de que son huérfanos, esas bandas, supuestamente conocidas por las autoridades, pueden traer al país entre 150 y 200 mil niños, para posteriormente presionar la expedición de actas de nacimiento, aprovechándose de la debilidad del Gobierno.
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