12:03 a.m.
Todos los domingos en la noche, un grupo de haitianos asiste al culto de la iglesia Comunidad Cristiana de Adoración y Júbilo. (GABRIELA TÉLLEZ) |
El primer
contacto fue difícil. “Nos enfrentamos con el primer choque cultural, el
idioma, la primera barrera. Además algunos de ellos creían que eran los de
inmigración los que los estaban buscando”, cuenta Obando.
Durante el
primer encuentro realizado en la
Iglesia , a los haitianos se les preparo una cena “de gala”,
sin platos plásticos: “Vamos a usar la mejor vajilla para demostrarles el valor
y el amor de Dios”, relata el pastor. A partir de esta actividad se iniciaron
las reuniones de evangelización semanales. Igualmente, se utilizó un rotulo en
Creole, (su lengua natal) en el sitio en donde los haitianos usualmente se
proveían las papas y otros productos que venden en la calle, para
anunciar los cultos que se desarrollan hasta el día de hoy, todos los
domingos al caer la noche.
Todos los domingos en la noche, un grupo de haitianos asiste al culto de la iglesia Comunidad Cristiana de Adoración y Júbilo. (GABRIELA TÉLLEZ) |
“Pensaba que Costa Rica era un país como los Estados Unidos, o Canadá donde hay dinero. Pero cuando llegue aquí la situación fue diferente, aunque es mejor económicamente que mi país, no es un país como pensábamos, como yo personalmente pensé”, Aneus Ives, haitiano que reside en Costa Rica.
Todos los domingos en la noche, un grupo de haitianos asiste al culto de la iglesia Comunidad Cristiana de Adoración y Júbilo. (GABRIELA TÉLLEZ) |
Los primeros
haitianos que arribaron a territorio nacional, al no poder hablar el idioma
español se les dificulto aún más encontrar un trabajo formal, así que siguiendo
el ejemplo de muchos nicaragüenses, decidieron “tirarse a la calle” para
sobrevivir, a pesar de que algunos de ellos saben desarrollarse en
labores como la mecánica o la pintura de casas.
Ellos se
declaran como una comunidad de “gente buena”, sin problemas judiciales
conocidos.
“Puedo
decirlo sinceramente, nosotros los haitianos no tenemos vicios, ninguno toma,
ninguno fuma, somos gente luchadora, respetuosa y le agradecemos a Dios por el
pastor William que nos buscó“, cuenta Ives, quien colabora como el “Lider
Pastor” en los cultos que se brindan en el lenguaje Creole todos los domingos,
preparando cada sesión con una temática “Cristocentrica” para compartir con los
haitianos residentes en Costa Rica.
Este proyecto
de solidaridad se extiende hasta Haití, en donde la iglesia apoya a un comedor
que le brinda ayuda a 187 niños a través de las donaciones hechas por los
asistentes de la
Iglesia. Durante el servicio religioso en el recinto de San
Sebastián a los niños de hasta 10 años, se les atiende con
actividades recreativas y una enseñanza bíblica, además de reforzarles el
español y se les brinda un refrigerio al final de cada sesión.
http://www.nacion.com/mundo/colonia_haitiana-migracion-inmigracion-fotografia_0_1429057191.html
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