Al profundo análisis que hace el señor Oscar Peña de la situación en Haití [ver El desafío de Haití, Perspectiva, 30 de diciembre] convendría añadirle algunos datos. Uno de esos datos sería que los colonialistas franceses, al ser derrotados por la heroica rebelión de esclavos de origen africano que vencieron al ejército de Napoleón, se llevaron la producción de café a Cuba, sembrando la ruina en Haití. También, Estados Unidos ocupó el país desde 1915 hasta 1934, y luego apoyó al presidente dictatorial Francois Duvalier y más tarde a su hijo, Jean Claude. Estos dictadores siguieron arruinando a Haití mientras se daban una vida de lujo.
Con una gran visión humanista, Peña pide a los haitianos que se pregunten por qué las fábricas norteamericanas no se instalan en su territorio. Pero la verdad es que la misma pregunta se la podrían hacer los obreros norteamericanos que hoy están sin trabajo porque sus antiguos patronos trasladaron las factorías a China o Bangladesh.
Ya me imagino a los infelices haitianos, después de sufrir dos huracanes y un terremoto, haciéndose las preguntas que propone Peña en su artículo mientras se alimentan con galletitas de lodo, ¡sí, de lodo!, porque muchos prácticamente no tienen otra cosa que comer.
Juan Pasquino
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Abrimos este espacio en 2007 cuando en Haití se hablaba también español debido a la presencia de los soldados latinos de la MINUSTAH. Una ventanilla de expresión hispánica para verse mejor . Después del 2010, el mundo hispano se ha acercado bastante a Haití. Sirvio para darse cuenta del distanciamiento de sus vecinos de culturas hispanas casi todas. Esta sigue abierta para recibir todos aquellos que quieran entender y ayudar a esta nación patrimonio de la humanidad.
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