Santo Domingo.- Hace un par de semanas, un inusual acto en Puerto Príncipe permitió que el himno nacional dominicano se oyera en la capital haitiana fuera de la embajada dominicana, y que dos personas nacidas a este lado de la frontera sean reconocidas oficialmente por el gobierno de Haití, por sus valiosos aportes hechos a esa nación. “Este reconocimiento me compromete a seguir trabajando por la paz entre nuestras dos naciones”, dijo entonces Miguel Martínez, presidente de la Asociación de Dominicanos Residentes en Haití, en la ceremonia organizada por el Ministerio de Haitianos en el Exterior para homenajear a un grupo de inmigrantes extranjeros radicados en Haití, y entre los que se encontraba Doris Abraham, una influyente comunicadora y activista nacida en República Dominicana.
En un año particularmente difícil para las relaciones dominico-haitianas, el acto para reconocer a los dominicanos y la reciente visita a Haití del secretario de Economía, Temístocles Montás, podrían representar el empujón que ambas naciones necesitan para retomar una agenda común cargada de problemas.
Comisión Mixta
“Toda la gente responsable en Haití sabe que no hay futuro, no hay estabilización, no habrá paz si no se plantea una relación positiva entre los dos países”, dijo la semana pasada el primer ministro haitiano Jean Max Bellerive, durante su encuentro con Montás.
Otra señal de que las relaciones podrían mejorar se produjo ese mismo día cuando se anunció que el presidente haitiano René Préval visitará República Dominicana el próximo mes, y que se reunirá con su colega dominicano Leonel Fernández para abordar, entre otros temas, la “institucionalización” de la Comisión Mixta Binacional Dominico-Haitiana.
El mecanismo bilateral fue creado en 1996 con el propósito de canalizar entre los dos países la situación de temas sensibles como la migración ilegal, el intercambio comercial, la seguridad en la frontera y la situación del medio ambiente, entre otros.
De manera particular cada tema representa un reto para cada país y para el futuro de las propias relaciones, y su solución se hace urgente en vista de hechos tangibles como la penetración pacífica de haitianos en la frontera, el bloqueo impuesto por Haití a los productos avícolas dominicanos, el tráfico de personas, de armas, de drogas y productos, además de la deforestación.
Javier Valdivia - 12/22/2009
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