Autobús pintado con numerosos colores. Transporte habitual de los haitianos, hay que negociar ruta y precio al subir- VEGA OROZCO |
Cooperantes de Cruz Roja Española ante la Catedral derruída de Haití- VEGA OROZCO |
Todos tienen en común que quieren aprovechar su mes de vacaciones para ayudar a los demás de la mejor forma que saben hacerlo. Lo más sorprendente es que los cuatro entrevistados han decidido repetir su experiencia solidaria.
Los blíster de pastillas de colores
Cuando Carlos Vidondo llegó a Haití en agosto de este año lo primero que vio desde el avión fueron puntitos azules y blancos, poco después se enteró de que eso que vislumbraba eran las tiendas de campaña, refugio de los haitianos que perdieron su casa en el terremoto de enero de 2010. Carlos es informático y lleva años colaborando con Cruz Roja Española , por ello cuando se enteró de que este verano partía para Haití la misión Telecom decidió emplear su mes de vacaciones en mejorar las condiciones tecnológicas de comunicaciones y de radio. Carlos sabe que su misión no ha terminado, que en un mes no le ha dado tiempo para finalizar el proyecto tecnológico, pero al menos ha contribuido a arañar unos días al proceso de reconstrucción del Haití post terremoto. Tiene claro que se sumará a nuevos proyectos.
Lo primero que hay que hacer para entrar a formar parte de Cruz Roja Española es hacerse voluntario, a partir de ahí se puede participar en encuentros y diferentes trabajos de cooperación que se organizan en toda España. La información necesaria se encuentra en el canal voluntario o llamando al teléfono: 902 22 22 92
Los escorpiones no son tan malos
Profesores del centro de formación de Mongumba, República Centroafricana, verano 2010- ASOCIACIÓN BATALI |
Este verano, y por segundo año consecutivo, Nassima, una economista francesa asentada en Madrid, ha pasado su mes de vacaciones en la República Centroafricana (RCA). Lo ha hecho a través de la asociación francesa Batali , ONG que tras unos inicios en los que construyó escuelas, pasó a dar formación a maestros de colegios locales, y ahí es donde Nassima ha intentado ser útil: ha impartido clases de matemáticas a profesores del centro de formación de Mongumba, un pueblo al sur de la RCA y fronterizo con el Congo. Lo que más temía Nassima en el primer viaje eran los escorpiones, todos le contaban historias de su peligrosidad, y a pesar de su fobia decidió ir. La primera experiencia fue más dura para Nassima porque se dio cuenta de que no todo el mundo deseaba ser ayudado y no entendía el porqué. Ahora sí. Un país cuya esperanza de vida no supera los 35 años no puede tener ilusión por cambiar, por mejorar, por eso, su labor, además de enseñar ha sido dar ilusión y concienciar a los 22 profesores de que el progreso es posible, aunque sea poco a poco. Nassima, volverá.
Farmacéutico ambulante cargado de blíster de pastillas en Puerto Príncipe, Haití- VEGA OROZCO |
En Setem realizan los procesos de selección de voluntarios de enero a marzo de cada año. Muy importante es realizar una formación de cuatro fines de semanas. Más información en el teléfono: 93 441 53 35
Durmiendo en la selva
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Hace un par de años Raquel López se puso en contacto con la ONG Solidaridad Internacional para poder ir de voluntaria durante sus vacaciones de verano. Fue a Ecuador. De todos los destinos que había le tocó, no se puede elegir, la región donde viven los indígenas Saraguro. Lo que desarrollaba la ONG en esta zona era un proyecto para fortalecer la red de 'turismo comunitario' de Saraguro. Crear las condiciones adecuadas para potenciar este sector. El grupo de voluntarios vivía en unas casitas que construían al lado de las de los autóctonos, comían con ellos, y ayudaban a realizar actividades coordinadas por la fundación Kawsay . Recuerda con una sonrisa cómo ellos fueron 'los conejillos de indias' al probar una nueva ruta propuesta por los Saraguro por la selva. Los tiempos no estaban bien calculados y tuvieron que dormir al aire libre, y pasó un miedo espantoso. Menos mal que todo quedó en un susto y la expedición llegó sana y salva a su destino. La fiesta de despedida de esta pequeña comunidad fue memorable, aunque algunos de sus habitantes eran reacios a la llegada de 'los blancos' al final notó el cariño de todo el poblado.
Las plazas para acceder a las vacaciones solidarias de esta ONG se abren en mayo, hay que estar atento en su web ya que rápidamente se cubren las vacantes. En verano de 2010 ofertaban 5 países y 14 proyectos de cooperación y en un mes se cerró el plazo de inscripción. Ya podéis mirar en la web los destinos de 2011 .
Bailar salsa en la iglesia
Teléfono público instalado en una calle de Puerto Príncipe. Mejorar las comunicaciones es fundamental - VEGA OROZCO |
La primera vez que Manuel Durán hizo turismo solidario fue por obligación. Estaba estudiando cuarto curso de la licenciatura de Imagen y Sonido en la Universidad Francisco de Vitoria, y en este centro privado, era necesario conseguir una serie de créditos cooperando como voluntario en alguno de los proyectos de su fundación. Así fue como Manuel aterrizó, hace nueve años en el pequeño pueblo de San Pedro de Nonualco en El Salvador, este lugar había sido el epicentro de un terremoto hacía pocos meses. Su misión en el terreno era reconstruir una escuela por una parte, y por otra, ayudar a médicos y psicólogos en la tarea de apoyar a la población a través de actividades con niños, clases de apoyo y juegos.
Todos los voluntarios dormían en un barracón y comían allí mismo, chicos por un lado y chicas por el otro, matiza Manuel, y es que este pueblo es muy religioso, lo más divertido que recuerda eran las misas de los domingos, en ellas una pequeña orquesta del pueblo acompañaba al párroco con música muy animada de salsa y todos los feligreses bailaban y así olvidaban su vida tras la catástrofe. Manuel ha repetido otras cinco veces más su experiencia como viajero solidario, en las siguientes ocasiones lo hizo sin necesidad de conseguir ningún crédito universitario.
Si eres estudiante puedes acceder al programa de voluntarios de las Naciones Unidas y trabajar en proyectos de cooperación durante 6 meses en países en vías de desarrollo.
Mercado ambulante de fruta en Haití. Los haitianos intentan subsistir a partir del pequeño comercio- VEGA OROZCO |
Por su parte, la Universidad Carlos III pone en marcha cada año una convocatoria de ayudas individuales de movilidad para iniciativas de cooperación al desarrollo en distintos países del mundo.
Una de las pioneras en el sector educativo fue la universidad Francisco de Vitoria que incorporó el voluntariado a su curriculum.
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