Trabajo. Dos hombres remueven, el 25 de agosto pasado, escombros en un edificio destruido durante el terremoto del 12 de enero de este año. |
A ocho meses del terremoto que devastó a Haití, los escombros siguen en todas partes: desde las montañas de piedras en las calles al Palacio Nacional semiderruido, que parece vomitar concreto de sus entrañas.
Los restos de edificios están por todas partes en la capital haitiana: bloques de cemento destruidos, placas de hormigón agrietadas, edificios colapsados cuyos ladrillos y polvo aún cubren parte de las aceras. Algunos lugares se ven como si hubieran sido dados vuelta, otros como si se estuvieran hundiendo.
Otros se inclinan a un lado en forma peligrosa.
Algunos cálculos indican que el terremoto del 12 de enero -del que se cumplen ocho meses hoy domingodejó unos 25 millones de metros cúbicos de escombros en Puerto Príncipe, más de siete veces lo que se usó para construir la represa Hoover, de 220 metros de altura y la más grande del mundo, en Estados Unidos.
Hasta ahora, sólo se ha limpiado 2% de los restos, por lo que la ciudad prácticamente se ve igual que un mes después del sismo.
El gobierno y las organizaciones internacionales de asistencia aseguran que la remoción de los escombros es una prioridad antes de comenzar la reconstrucción, pero entender las razones por las que no se ha hecho es difícil y exasperante.
Llegan por mar
Las maquinarias pesadas necesarias para la tarea deben llegar por mar. Los camiones que transportan los escombros tiene problemas para circular por las calles de tierra, angostas y sinuosas.
El pésimo sistema de registro de la propiedad complica encontrar al dueño de cada terreno. Y hay pocos lugares donde arrojar los escombros, que además frecuentemente contienen restos humanos.
Además, ningún funcionario del gobierno nacional está a cargo de la tarea, por lo que algunas organizaciones no gubernamentales extranjeras pusieron manos a la obra por su cuenta. El resultado es que suelen disputarse los escasos recursos y contratos disponibles y el trabajo termina siendo descoordinado y parcial.
El Departamento de Defensa estadounidense y la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos gastaron más de 98,5 millones de dólares en la remoción de 882,000 metros cúbicos de restos. Es un costo alto, porque el equipamiento debe ser enviado a Haití y porque hay que pagar mucho por los terrenos donde arrojarlos. “No hay un plan maestro”, dijo el director local del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, Eric Overvest.
OTRO PROBLEMA, ADÓNDE LLEVAR TANTOS RESTOS
Otro gran problema es dónde poner tantos restos. Muchos propietarios privados simplemente los arrojan en canales, en el campo o en las calles, pero hay un solo sitio aprobado donde los grupos que reciben dinero de Estados Unidos pueden llevar los restos contaminados. “No todos los escombros son lo mismo”, dijo Michael Zamba, vocero de la Fundación de Desarrollo Panamericano. “Hay muchos escombros contaminados con restos humanos en ellos. No pueden ir a un sitio de relleno común”. Haití, recordó Zamba, era el país menos desarrollado del hemisferio occidental antes del sismo. “Haití es un lugar donde es muy caro trabajar: tienes que traer gasolina, vehículos, gente”, dijo.
http://www.listin.com.do/las-mundiales/2010/9/11/158548/A-ocho-meses-despues-del-terremoto-Haiti-luce-casi-igual
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