El lignito constituye ciertamente una fuente energética alternativa que puede contribuir a atenuar los déficit de los recursos naturales y arbolados del país, en particular, el carbón de madera y la leña que cubre más de un 70% del consumo energético nacional. El más importante, según especialistas en gestión energética, es el método de tratamiento que se aplicará para bien utilizarlo.
“La explotación del lignito puede muy ciertamente contribuir a disminuir las consecuencias dañinas que implica el corte desenfrenado de los árboles en el país”, explica Bétonus Pierre, el ingeniero en planificación energética. El especialista apoya la idea de la posible explotación del lignito en el país, pero se retiene un poco sobre la manera en que se podrá hacerlo en términos de tratamiento. “Es un potencial energético interesante pero es necesario pensar en la manera de darle la prioridad a un método de tratamiento industrial susceptible de volver el producto aceptable a los consumidores”, sostiene.
Una explotación inteligente
“Aunque las necesidades energéticas del país estén satisfechas al 80% por la biomasa local y la hidroelectricidad, eso no impide sin embargo que Haití haga frente a una grave crisis energética caracterizada por la explotación incontrolada de sus recursos naturales y la insuficiencia de los costes de los productos derivados del petróleo”, había deplorado a René Jumeau, doctor en Electricidad, vinculado al Ministerio de las Obras públicas, Transportes y de Comunicaciones (MTPTC), en el coloquio sobre la planificación energética organizado por la Fundación Haitiana del Medio ambiente (FHE) en abril de 2007.
Para intentar suprimir esta crisis, el ingeniero Bétonus Pierre cree importante dejar abiertas todas las alternativas y promover soluciones adaptadas a las especificidades de cada sector de consumo y sus capacidades financieras. “No hay solución única al problema energético del país”, ha dicho. Una explotación inteligente de todos los recursos disponibles incluidos los programas de conservación energética en los hogares y la industria debería permitir reducir los costes medioambientales vinculados a la explotación anárquica de la madera-energía.
Dictamen compartido por otros colegas del sector energía en Haití. Según el ingeniero Adam Pierre, especialista en gestión de los recursos hidráulicos, la deforestación tiene efectos negativos en los ecosistemas. Eso lleva todo derecho hacia la deforestación. Por lo tanto, implica la erosión, los deslizamientos de terreno, las inundaciones y la contaminación de las cuencas vertientes.
Por otra parte, prosigue el ingeniero Bétonus Pierre, la utilización racional de los escasos recursos disponibles, permitirá también amortiguar los gastos económicos vinculados con las importaciones de los productos derivados del petróleo. Del golpe, lograr capacidades de inversión necesarias para la financiación de importantes proyectos en el sector energético. “Estos productos derivados del petróleo cubren entre un 20% al 25% de los consumos energéticos nacionales y cuestan entre 35 al 50% de la capacidad de importación del país”, explican al especialista en planificación energética que, una vez más, recuerda que el lignito no es la única alternativa que puede atenuar las deficiencias de los recursos naturales del país.
Aboga también por la explotación de otras fuentes renovables ofrecidas por la naturaleza, en particular, la energía solar, marítima, eólica y las energías sintetizadas, como briqueta de residuos vegetales.
Jean Max St Fleur
tmaxner@yahoo.fr
http://www.lenouvelliste.com/article.php?PubID=1&ArticleID=53224&PubDate=2008-01-24
Traducción: Dr Jonas Jolivert
jonasjolivert@free.fr
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