Las montañas calvas que representan 2/3 del territorio nacional se asemejan cada vez más a cadáveres en putrefacción avanzada. Barridos por los chubascos, no retienen ya la tierra arable con alrededor 1600 toneladas métricas se van, cada año, destruir las plantaciones, la fauna acuática de los litorales y a transportar conjuntivitis…, patologías pulmonares en los barrios de chabolas superpoblados. Y para darse buena conciencia… se repite a quien quiere oírlo, y sobre todo a los campesinos, que las exacciones de leña implicaron la reducción del cubierto forestal que, de 60% en 1923, pasó al 18% en 1952 y al 1,44% en 1989*.
Clavados a la picota debido a la degradación del medio ambiente, estos últimos sólo esperan - en el país pa’dentro por siglos y siglos olvidado- las alternativas energéticas y económicas con el fin de dejar de pensar y actuar como individuos que examinan el pasillo de la muerte al diario, individuos viviendo cada día como si era el último observando horrorizado el hambre torturar sus niños que arriesgan también, como era el caso al Gonaïves, a Fonds-Verrettes y a Mapou, de ser llevado por inundaciones.
“Se sabe que hay urgencia y se trabaja con el fin de ofrecer una alternativa al carbón de madera y a la leña para salvar lo que nosotros permanece de bosques”, confía al ingeniero Jean-Marie Claude Germain, el Ministro de Medio ambiente. “Una delegación compuesta de cuadros del Ministerio y el Centro de Facilitación de las Inversiones (CFI) acaba de residir a Nueva York para presentar nuestros potenciales energéticos a los compatriotas de la diáspora como el lignito”. Prosiguió informando de la próxima celebración, en Haití, de reuniones de trabajo con hombres y mujeres para sensibilizarlos sobre la rentabilidad de toda inversión hecha en este ámbito.
Compuesto del 70% de carbono, se estima el yacimiento del lignito de Maïssade (Meseta Central) en 9 millones de toneladas métricas mientras que no se cuantifica aún el del Azile (el Nippes). La única sombra al cuadro, según expertos alemanes que estudiaron este yacimiento en 1980 era su importante contenido en azufre.
No obstante, los progresos científicos y técnicos permiten superar este obstáculo por el pyrolyse*, se alegra el Ministro de Medio ambiente. Considera que se llegará a la creación de fábricas para explotar estos recursos naturales susceptibles de reducir la demanda en carbón de madera y, por consiguiente, la presión sobre nuestros bosques.
“Una vez ofrecida la alternativa, se tomarán algunas disposiciones para bloquear el comercio de carbón de madera. Sobre las carreteras y en los puertos de cabotaje, algunas medidas coercitivas se adoptarán contra los contraventores”, reitera el Sr. Germano, en referencia a un anterior planteamiento sobre la cuestión en verano 2007. Como un profeta, destaca que “sin la repoblación o la repoblación de las 30 cuencas vertientes estratégicas, el país desaparecerá”. Lo que no es una previsión alarmista cuando se sabe que la producción agrícola local, durante los diez últimos años, disminuido, entre 0,5 y un 1,2% sobre fondo de crisis alimentario que desvían cada vez más severo. Jean-Marie Claude Germain, con su palillo de peregrino, predica en favor de una explotación inteligente recursos energéticos que pueden servir de alternativa al carbón de madera.
Sin embargo, más de uno espera que no esté desgañitándose, gritando en el desierto demostrando los vínculos que existen entre rehabilitación del medio ambiente y reducción de la pobreza. En Haití en efecto, no tenemos o perdimos el sentido de la inversión rentable y a ciudadana
Estudios realizados por la oficina de las Minas y de la Energía estiman (BME) en 53.300 el número de árboles cortados cada año para hacer funcionar los destiladores de alcohol “guildives” y las destilerías. Los pequeños restaurantes que pululan en la capital y las ciudades de provincias consumen cerca de 250.000 toneladas métricas de carbón de madera sobre el mismo período.
Los departamentos de Noroeste, Oeste y Centro que proporcionaba al país el grande del consumo de la madera-energía están, desde hace algún tiempo, corto en recursos. Los explotadores ponen el cabo sobre los departamentos de Sureste y Gros Morne. “un 72% de las necesidades energéticos primarios a alto contenido en biomasa proceden de la madera transformada en carbón o utilizado directamente como leña”, informa en una reciente publicación del BME sobre la sustitución de carbón de madera en Haití.
En la mayoría de los casos, esta energía se utiliza para cubrir necesidades primarias, en particular, la comida. Distintos estudios realizados sobre el comportamiento de los hogares revelan que un 90% de la población haitiana utilizan la madera-energía para la cocción.
Una encuesta realizada por el Instituto haitiano de Estadística e Informática (IHSI), recogida por el Bureau de las Minas y de la Energía (BME) sobre las alternativas al carbón de madera, revela que los habitantes de Port-au-Prince utilizan cerca de un 84,6% de carbón y leña nada que para la cocción.
En las zonas rurales, la explotación es aún mayor. El número de los consumidores de la madera-energía se estima en 98,1%. Según especialistas del medio ambiente, el corte desenfrenado de la madera es una actividad rentable.
En 1985, un bolso de carbón costaba alrededor de 24 calabazas mientras que hoy en dia, oscila entre 500 y 600 calabazas. La alternativa al carbón de madera no hizo largo fuego, a causa, en particular, de problemas de inversiones, transformación y comercialización.
Roberson Alphonse
http://www.lenouvelliste.com/article.php?PubID=1&ArticleID=53129&PubDate=2008-01-24
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Uno se pregunta siempre porqué los grandes problemas del país se tratan con esta sucia indiferencia por parte de nuestros dirigentes.
En la actualidad, menos de dos por ciento de cobertura vegetal para un país como Haití no es tan grave. No se alcanza aún el límite máximo de alarma (menos cero). De todas maneras nuestros dirigentes tienen doble nacionalidad o guardan a sus familias y sus inversiones, en el extranjero allí o son amordazados por las leyes que dominan sus instintos de depredadores innatos.
De 18% en 1952 al 1.44% en 1989 (hoy seguramente inestimable!), hubo muchos Gobiernos: se ha tratado de dictadores sanguinarios, a un prêtre-président- anarquistapopulista, militares putchistas… pero los problemas del medio ambiente siempre esan al mimo sitio.
Es una pura mierda! Ya que la industrialización del lignito permitiría romperse definitivamente con este círculo vicioso que es incompatible con la supervivencia del país. Lo mismo ocurre que el tratamiento de los residuos.
¿Por qué, esta diáspora que se elogia de pesar mucho en la balanza nacional, esta diáspora que reclama sus derechos políticos no se organiza para tomar a brazo el cuerpo la industrialización del lignito como sustituto al carbón de madera?
En la actualidad, menos de dos por ciento de cobertura vegetal para un país como Haití no es tan grave. No se alcanza aún el límite máximo de alarma (menos cero). De todas maneras nuestros dirigentes tienen doble nacionalidad o guardan a sus familias y sus inversiones, en el extranjero allí o son amordazados por las leyes que dominan sus instintos de depredadores innatos.
De 18% en 1952 al 1.44% en 1989 (hoy seguramente inestimable!), hubo muchos Gobiernos: se ha tratado de dictadores sanguinarios, a un prêtre-président- anarquistapopulista, militares putchistas… pero los problemas del medio ambiente siempre esan al mimo sitio.
Es una pura mierda! Ya que la industrialización del lignito permitiría romperse definitivamente con este círculo vicioso que es incompatible con la supervivencia del país. Lo mismo ocurre que el tratamiento de los residuos.
¿Por qué, esta diáspora que se elogia de pesar mucho en la balanza nacional, esta diáspora que reclama sus derechos políticos no se organiza para tomar a brazo el cuerpo la industrialización del lignito como sustituto al carbón de madera?
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