Expuesta en la sede de la Asociación Cubana de Naciones Unidas, la iniciativa de miembros del proyecto Ecoarte, del municipio de Moa en la oriental provincia de Holguín, llama a expresar sentimientos por medio de cartas, poesías y dibujos. Desde el terremoto en Haití el 12 de enero de 2010, los pequeños cubanos se sensibilizaron con la situación "de la hermana nación" y evidenciaron el interés en aliviar el dolor de los más sufridos.
Hemos querido mantener un puente de amistad y apoyo entre los dos países, manifestó a Prensa Latina la alumna de noveno grado Mery Claudia Rodríguez, tras intervenir en un encuentro de solidaridad con Haití en ocasión del Día Universal del Niño.
Ella junto a otros 20 menores escucharon este viernes testimonios de la colaboración médica de la mayor de las Antillas en suelo haitiano tras el movimiento telúrico que causó unos 300 mil muertos.
Los primeros 20 días después del sismo fueron muy duros para todos por el arduo trabajo, pero con la convicción de ayudar a los sufridos no nos detuvimos ni un instante, contó Yilliam Jiménez, directora de Cooperación Médica del Ministerio cubano de Salud Pública.
Ante el embajador de Puerto Príncipe en La Habana, Jean Víctor Généus, la doctora recordó los esfuerzos de sus compatriotas para montar y dar servicios en más de una decena de hospitales de campaña.
También se refirió a las positivas incidencias de un programa desarrollado con el objetivo de mitigar el daño psicosocial en los niños haitianos, muchos de ellos afectados por la pérdidas de sus familiares y casas.
A pesar de los problemas propios, Cuba es símbolo de solidaridad, hermandad y resistencia para mantener la soberanía, y su ayuda a Haití es permanente, no se debe a las circunstancias, subrayó Généus.
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