La Iglesia Evangélica Dominicana expresó su preocupación por la violencia que dice padece el país, al igual que por la corrupción en el sector público, en un mensaje con motivo de la Semana Santa. Observamos como se producen atracos, actos de terrorismo, e insultos verbales en el lenguaje político", señala.
También le preocupa a la Iglesia Evangélica, la violencia intrafamiliar, la inseguridad que crea la delincuencia que "siega vidas por obtener un celular o un vehículo de motor; el narcotráfico intransigente y demoledor; el desprecio por la vida y los valores más sagrados de nuestra convivencia como familia".
Asimismo, llama la atención sobre los desaciertos que según dice se cometen en algunos ejercicios de gobierno, pero también la falta de compromiso de muchos miembros de la familia, que "podríamos entrar en conflictos, pero nunca perder la visión de que somos hermanos y hermanas unidos por la sangre de una hermosa Patria que nos cobija a todos y a todas".
"Los hechos horrendos de que oímos en los medios de comunicación y los que testimoniamos en muchas de nuestras ciudades, pueblos y campos nos horrorizan, pero no perdemos de vista que esos hechos no son más que la expresión, la puesta en acto de una realidad más profunda: nuestra condición espiritual como pueblo", expresa la Iglesia Evangélica.
En la semana que transcurre estamos en la conmemoración del tiempo de mayor trascendencia para la Iglesia Cristiana Universal, que habiendo culminado el período de la Cuaresma, da paso a la Semana Santa. En la misma recordamos los sufrimientos, pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, para la salud espiritual de la familia humana", apunta.
Dice que "el mensaje central de los eventos de la muerte y resurrección de Jesucristo es el amor de Dios para los seres humanos. Ese amor se desglosa en actos de compasión, solidaridad, misericordia, acercamiento y preocupación por el otro y la otra. Los sagrados Evangelios narran los eventos que recordamos esta semana, y nos muestran a un Jesús, en quien "mora la deidad de Dios", viviendo en forma plena esa dimensión salvadora que visita a profundidad las maldades y deficiencias humanas, pero que rescata y redime vidas y situaciones para que el ser humano se levante a un plano de vida social comprometida con los mejores valores de convivencia, realizaciones y aspiraciones sanas para una mejor sociedad".
"Nos urge un cambio en las mentes y actitudes, en las intenciones de nuestro ser. Nos hace falta que veamos a la otra persona como un miembro de la familia, que seamos solidarios y solidarias con el que sufre; nos hace falta que contribuyamos a la educación y formación de nuestra niñez y juventud, no solo en la familia inmediata, sino en la comunidad; que entendamos que un mal ejemplo de nuestra parte constituye para ellos un capítulo del libro abierto de sus vidas aportado por nuestra negligencia", sostiene.
Considera que "frente a la preocupante situación en que vivimos los dominicanos y dominicanas creemos que es urgente escuchar el mensaje de la Cruz de Cristo. Dios en Cristo se apiadó de la situación humana, y en gesto de compasión y amor se hizo parte de nuestra situación a través de la encarnación".
Agrega que "la muerte de Cristo en la cruz, que observamos y meditamos en esta Semana Mayor, pone al desnudo, por un lado, el cuadro de miseria, injusticia e intolerancia tan presente en la humanidad de todos los tiempos, pero en específico, en nuestra sociedad dominicana",
"Pero por el otro lado, sigue diciendo la Iglesia Evangélica en su mensaje- presenta la realidad de que Dios, por encima de todo lo inhumano y negativo levanta su amor y compasión en búsqueda de la salvación y redención del género humano".
Manifiesta que "el amor de Dios desafía y reta nuestro orgullo y vanidad haciéndonos un llamado, como familia dominicana, a vivir en consonancia con la esencia del Evangelio".
"Frente al mensaje de la cruz, la Iglesia Evangélica Dominicana hace un llamado a todas las iglesias que tienen como común denominador la fe en Jesucristo, para que en medio de un mundo quebrantado y plagado de violencia nos esforcemos por una transformación profunda, que ante los apetitos de poder y privilegios en nuestra sociedad, podamos leudar para el bien en vez de ser leudados. Es un llamado a ordenar nuestra familia cristiana, nuestra casa espiritual, tomando en cuenta que tenemos una insoslayable responsabilidad: participar en el nacimiento de una nueva sociedad, reconciliada y renovada", añade.
"Finalmente, la Iglesia Evangélica Dominicana quiere estimular a nuestro pueblo dominicano a que, aparte del merecido descanso, nos ocupemos en esta Semana Mayor en la meditación y auto confesión, prometiendo a Dios y a nosotros y nosotras unir nuestros esfuerzos para el adelanto de la patria. Que ese compromiso lo hagamos con nuestra mejor voluntad, para que unidos y unidas en el amor divino podamos alcanzar las más altas metas en nuestro desarrollo. Roguemos al Dios Todopoderoso que nos cubra con el manto de Su gracia, a fin de que bajo la dirección del amor supremo manifestado en la Cruz del Calvario podamos, en unidad, contribuir en la construcción de nuestro presente y porvenir para felicidad de nuestra familia dominicana.".
http://www.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=52895
Abrimos este espacio en 2007 cuando en Haití se hablaba también español debido a la presencia de los soldados latinos de la MINUSTAH. Una ventanilla de expresión hispánica para verse mejor . Después del 2010, el mundo hispano se ha acercado bastante a Haití. Sirvio para darse cuenta del distanciamiento de sus vecinos de culturas hispanas casi todas. Esta sigue abierta para recibir todos aquellos que quieran entender y ayudar a esta nación patrimonio de la humanidad.
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