Elías Ruiz Matuk
VILLA MELLA.- La delincuencia imperante en Villa Mella y otros sectores del municipio Santo Domingo Norte ha generado incertidumbre en la zona. Los ciudadanos parecen vivir una paranoia colectiva, desconfían unos de los otros y se sienten atemorizados por los hechos delictivos que ocurren todos los días, lo que los ha llevado a afirmar que se encuentran en un “barrio inseguro”.
“No hay seguridad, nos sentimos inseguros, la delincuencia ha aumentado, ando trabajando asustado, este es el Capotillo de Villa Mella, aquí se vive una incertidumbre del carajo, la delincuencia está arrasando y pasando los límites, porque se mata a alguien todos los días”. Esas son frases que se repiten entre los habitantes de este sector ante la pregunta pregunta de los periodistas acerca de la seguridad ciudadana.
Los moradores han perdido la confianza en las autoridades fiscales y policiales, porque, sostienen, los victimarios, una vez detenidos, son liberados de inmediato.
Las víctimas tampoco dan seguimiento a las querellas interpuestas, por temor a represalias y amenazas de los victimarios, dando a entender que el control de la “seguridad” la tienen los delincuentes.
Según las estadísticas de la Procuraduría General de la República, Santo Domingo Norte sigue siendo uno de los sectores donde más violencia se escenifica.
Entre enero y marzo se registraron 149 muertes violentas en Villa Mella y otros sectores aledaños a Santo Domingo Norte. Según los datos oficiales, un promedio de 50 muertes ocurren mensualmente en este sector, ya que en enero ocurrieron 52, en febrero 51 y en marzo 46. Los homicidios están relacionados directamente con el despojo de armas de fuego, motocicletas, vehículos, riñas por drogas, así como intentos de atracos y robos.
El procurador fiscal adjunto de Santo Domingo Norte, con sede en Villa Mella, Martín González, reconoció que a veces los delincuentes salen en libertad con mucha facilidad porque no hay pruebas para sustentar la acusación, mientras que otros victimarios desisten, porque entienden que pierden tiempo en el procedimiento y algunos por temor a la represalia que podría venir de su agresor nuevamente.
“Hay veces que hay que despacharlos (a los delincuentes) dado que las víctimas no presentan acusación”, agrega González, quien atribuyó las fallas al nuevo Código Procesal Penal, que “sabemos que tiene muchas lagunas”. El funcionario aboga por la unidad de policías, fiscales y jueces para lograr buenos resultados.
González refirió que hay temor de los ciudadanos de mantener una querella, por las amenazas que provienen de los delincuentes, que incluso las profieren desde las mismas cárceles donde guardan prisión.
El fiscal afirma, también, que los atracos se realizan de noche y de día, y aunque entiende que el sector “no está tan inseguro”, refiere que los destacamentos policiales de la zona requieren de mucho mayor personal. Precisó que conoce aproximadamente cinco casos cada día, en los cuales la mayoría de veces están involucrados jóvenes de 13 a 18 años.
Sostiene que esos jóvenes “tienen poco respeto a la vida de las personas”, lo que hace subir el índice de la criminalidad allí. Rafael Andújar, propietario de un negocio de préstamos, opina que en Santo Domingo Norte se vive una inseguridad desesperante, porque los asaltos en los puntos comerciales no cesan.
Narra que se despierta por la mañana y conoce de un atropello, y al otro día, sin acabar la pesadilla del día anterior, se encuentra con otro caso similar. “El último asalto lo cometieron allí, en almacenes Génesis (señalando a un lugar cercano a su negocio), donde los delincuentes rompieron las puertas y se llevaron las cajas fuertes, lo que ocurrió a solo dos días de haber asaltado el almacén de mi hermano, Almacenes Andújar”, expresó.
Dijo que los negocios de la zona, que se reunieron para expresar su preocupación, unas 40 empresas en total, “en un 80 a 90% han sido víctimas de algún tipo de asalto, y algunas de ellas, hasta en tres ocasiones”.
InseguridadEl comerciante afirma que esto sucede en todos los sectores de Villa Mella, y puso como ejemplo el sector Primaveral, de donde tuvo que mudarse, tanto por el consumo de drogas como por los asaltos que se cometen.
Atribuyó la situación al hecho de que dentro del Plan de Seguridad Democrática que lleva a cabo el gobierno y la implementación del programa “Barrio Seguro”, especialmente en trece barrios del Distrito Nacional, ha provocado que los delincuentes se trasladen a ciudades como éstas, donde no se aplica este tipo de proyectos.
Andújar dice que los comerciantes han perdido ya la confianza en el sistema, por lo que no ponen las querellas cuando les asaltan, tras afirmar que ya se han adaptado tanto a la situación que “uno lo que hace es que le pide a Dios que no le toque a uno, esta vez”. “Esto ocurrió con mi hermano, él no puso la querella de que lo asaltaron, porque entendió que no valía la pena y no hay protección de las autoridades”, afirmó.
Esta misma incertidumbre y poca confianza a las autoridades sienten los motoconchistas, los choferes de carros públicos y los vendedores, ubicados principalmente en el parque central de la ciudad.
TESTIMONIOS“Yo soy motoconchista hace 20 años, la gente aquí no puede salir, aquí los atracos, los tumbadores de motores, están por donde quiera”, dijo Etanislao Villanueva.
Afirma que algunos asaltantes son apresados, incluso con “ la masa en la mano”.
Lo mismo cuenta Domingo Herrera, del mismo oficio. “No hay seguridad, usted sale con un pasajero y no sabe si va a regresar sin el motor y sin el dinero”, afirma, pues desconfían hasta de las personas a quienes les brindan el servicio.
“Realmente nos sentimos inseguros, tal vez si cambiaran el código (Código Procesal Penal) quizás los apresados puedan durar mayor tiempo detenidos, pero ahora no duran ni horas”, expresó Herrera.
Leoncia De la Rosa, de 65 años, propietaria de una paletera, dice que se levanta a las 5:00 de la madrugada y siempre en la calle “alguien te sale”. Dice que gracias a Dios no ha sido asaltada, pero entiende que en Villa Mella “está fuerte” la delincuencia, por lo que las autoridades policiales deben poner más empeño en el cuidado de los ciudadanos.
Juan Carlos Moscoso Valdez, chofer de carro público de la ruta Villa Mella-Hacienda Estrella, afirma que tampoco tiene confianza en los pasajeros que monta en su vehículo, ya que desconoce de quién se trata y probablemente “sea uno de esos que te está acechando para tumbarte los RD$100.00 del día”. “Yo ando trabajando asustado”, confiesa.
Algunos vendedores y colmaderos consultados tuvieron temor de hablar con los periodistas. Tampoco quisieron dar sus nombres, pero no dejaron de expresar sus inquietudes.
“La delincuencia aquí está arrasando, está pasando los límites”, expresó un comerciante, y para poner un ejemplo señala la muerte de dos agentes policiales por asaltantes, en la comunidad conocida como El Edén, mientras que en Vista Bella, otra joven fue muerta por asaltantes para robarle unos tenis o un celular.
Para Noel Polanco, de 38 años, esta situación tiene que ver con la falta de empleos. Manifestó que se dedica a la construcción, pero que actualmente “no hay trabajo”, lo que atribuye a la construcción del Metro, que a su juicio, se ha tragado los recursos.
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=11187
Abrimos este espacio en 2007 cuando en Haití se hablaba también español debido a la presencia de los soldados latinos de la MINUSTAH. Una ventanilla de expresión hispánica para verse mejor . Después del 2010, el mundo hispano se ha acercado bastante a Haití. Sirvio para darse cuenta del distanciamiento de sus vecinos de culturas hispanas casi todas. Esta sigue abierta para recibir todos aquellos que quieran entender y ayudar a esta nación patrimonio de la humanidad.
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