Belladères presa entre la pobreza y el desempleo

Belladères, ciudad fronteriza de 70.000 habitantes confronta enormes dificultades sociales y económicas debido a la insuficiencia de las infraestructuras básicas. Alumnos y profesores huyeron del liceo encontrándose en un estado de ruina avanzada. Las paredes de varias salas de clase se agrietan obligando a las autoridades municipales a encontrar un refugio provisional para los alumnos.
En el ámbito sanitario, no se parcela a los residentes de Belladères no están mejor amparados. El alcalde Emile Luckner reconoce que sus conciudadanos se ven obligados a viajar a la República Dominicana para tener acceso a asistencia sanitaria. Realmente los residentes de Belladères tienen los ojos clavados sobre la República Dominicana.
La mayoría de los ciudadanos abandonaron la cultura y la ganadería con el fin de dedicarse al comercio. “Un comercio de prendas de vestir ya usadas que permite a los habitantes sobrevivir”, indica el alcalde que se alegra de la cordialidad en los intercambios entre haitianos y Dominicanos.
Emile Luckner ha establecido recientemente un Comité binational con las autoridades municipales de la ciudad de Elias Pinas con el fin de tratar los desacuerdos entre haitianos y dominicanos.
Belladères, ciudad turística en la época de su fundación en 1948, esta reducida hoy reduce a su más simple expresión.
No obstante el alcalde es optimista y espera con la ayuda del Gobierno volver a dar un nuevo aire a esta ciudad fronteriza. Emile Luckner considera que la primera prioridad es la reactivación de la producción local.
Paradójicamente esta ciudad pobre dispone de ríos capaces de irrigar las tierras cultivables. “Deseamos que el Gobierno lance los trabajos de reparación de las canalizaciones”, ha concluido.
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