Comercio con Haití entra nueva etapa

POR EL CARIBE
El creciente comercio informal con Haití, que a pesar de no estar oficialmente cuantificado se estima en más de 300 millones de dólares anuales, entra ahora en lo que se vislumbra como una nueva etapa que sienta el inicio de un intercambio comercial formal.
Este giro, que establece un precedente provechoso para el futuro inmediato, permitirá darle un carácter institucional que conlleve registros precisos, estadísticas confiables y mejores mecanismos de supervisión.
Esta perspectiva se abre con el anuncio de que la empresa La Fabril firmó un acuerdo societario domínico-haitiano bajo el nombre de Lakay Distribution, S.A. Esta empresa está radicada en Puerto Príncipe, Haití y se dedicará a la comercialización de productos de consumo masivo fabricados principalmente en la República Dominicana.
En un emotivo acto celebrado en las modernas instalaciones de La Fabril, C. por A. en Santiago, el ingeniero. Félix M. García C. dio la bienvenida a los accionistas de Lakay Distribution a la vez que agradeció la profesionalidad y celeridad con que los señores accionistas, Patrick Francis, Félix Francis, Steve Khawly, Michael Roy, Roland Roy y otros desarrollaron el proceso de debida diligencia que da nacimiento a esta sociedad.
García C., quien es presidente de La Fabril, explicó que esta nueva sociedad es una estrategia innovadora de frente a la apertura de los mercados internacionales.
Este paso de sociedad domínico-haitiano forma parte de un plan integral de expansión de La Fabril.
Continuó explicando que las relaciones con Haití son de vital importancia para ambas naciones ya que al compartir el territorio isleño lo más natural es que cada país se vea como su socio comercial principal.
Abogó, asimismo, por que las autoridades inicien los pasos necesarios para que se firme un acuerdo de libre comercio con Haití, el cual considera debió ser el primer acuerdo que República Dominicana firmara.
Este ha sido también un reclamo permanente de otros sectores empresariales del país.
Diversidad productiva
La Fabril, C. por A. en Santiago produce y comercializa los aceites comestibles La Joya, Sol de Oro, Bella y Special. También produce las margarinas de mesa Ricamesa y Bella.
En adición a esto fabrica productos de panificación como son la manteca Nuestra y la margarina Fabril.
También produce aceites y grasas especiales que son utilizados como materias primas en la industria alimenticia, las cuales gozan de mucha preferencia en el mercado dominicano.
Asimismo, importa y comercializa la leche en polvo Kanny. Como parte de una estrategia de diversidad productiva, recientemente inició la fabricación y comercialización del jabón de lavar de cuaba Sunami, que ha tenido gran aceptación.
Durante su joven trayectoria empresarial, La Fabril, C. por A. ha incursionado en otras sociedades internacionales como fueron la firmada con La Fabril, S.A. de Ecuador y con Imeko Dairy Products de Holanda (Leche Kanny). Las instalaciones principales de la empresa están a la entrada de la ciudad de Santiago.
En Santo Domingo tiene oficinas y un importante centro de distribución en el kilómetro once de la autopista Duarte.

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HCyN opina:
Desde el lado haitiano no se puede considerar con este seudo acuerdo, que el comercio entre las dos naciones conozca una nueva etapa. El comercio llevara siempre un desequilibrio que favorecerá grandemente a la Republica Dominicana debido a la escasa capacidad de producir de nosotros los haitianos.
La participación de este sector en el comercio sobre este falso fondo y pretexto de regulación no es más que la intervención de un sector de la burguesía haitiana que quiere aprovechar de esta mana y excluir lo que se llama el sector informal del negocio entre los dos países.
Se va a crear una especie de monopolio que conllevara como resultados aumento de los productos.
Seria interesante que este artículo explique qué y como el sector haitiano va a configurar su producción par a que haya más equidad en el intercambio.
Cuando se trata de la burguesía haitiano no se debe esperar milagros. Nunca va a tomar el riesgo de invertir en el país. Un ejemplo es la producción de pollos y huevos. ¿Porque esta burguesía no invierte dinero en asociación con productores dominicanos para que se produzcan estos artículos en Haití?
Además, este artículo ha sido pagado para ser publicado porque se nota que la contraparte dominicana la lleva una compañía especializada en la venta de productos oleaginosos como las margarinas y los aceites. Definir en límites tan exiguos un comercio de 300.000.000 de dólares al año luce casi ridículo