Abrimos este espacio en 2007 cuando en Haití se hablaba también español debido a la presencia de los soldados latinos de la MINUSTAH. Una ventanilla de expresión hispánica para verse mejor . Después del 2010, el mundo hispano se ha acercado bastante a Haití. Sirvio para darse cuenta del distanciamiento de sus vecinos de culturas hispanas casi todas. Esta sigue abierta para recibir todos aquellos que quieran entender y ayudar a esta nación patrimonio de la humanidad.
La colonia haitiana en Costa Rica: unión y sobrevivencia
POR GABRIELA TELLEZ- 12:03 a.m.
San José, alrededores del barrio chino, domingo 7 p. m. Un bus proporcionado por la iglesia se estaciona en calle 7, para transportar a los haitianos hasta López Mateos, al sur de la capital, lugar de su congregación. .(GABRIELA TÉLLEZ)
Todos los domingos en la noche, un grupo de haitianos asiste al culto de la iglesia Comunidad Cristiana de Adoración y Júbilo.(GABRIELA TÉLLEZ)
San José, alrededores del barrio chino, domingo 7 p. m. Un bus proporcionado por la iglesia se estaciona en calle 7, para transportar a los haitianos hasta López Mateos, al sur de la capital, lugar de su congregación. .(GABRIELA TÉLLEZ)
San José, alrededores
del Barrio Chino, Domingo 7:00 pm. Un bus con un pequeño grupo de personas de
origen haitiano, en su mayoría niños, se estaciona en calle 7, para
transportarlos hasta el Barrio López Mateo en San Sebastián, al sur de la
capital. Allí son recibidos por el pastor de la IglesiaComunidad
Cristiana de Adoración y Jubilo, William Obando, quien expresa que
su interés por esta comunidad inicio hace tres años aproximadamente cuando en
el trayecto del bus de San Rafael de Desamparados comenzó a ver mucha gente de
color, algunos de ellos vendiendo papas y plátanos. En conjunto con otras
personas de la Iglesia,
se inició una investigación y encontraron un pequeño grupo de inmigrantes
haitianos.
El primer
contacto fue difícil. “Nos enfrentamos con el primer choque cultural, el
idioma, la primera barrera. Además algunos de ellos creían que eran los de
inmigración los que los estaban buscando”, cuenta Obando.
Durante el
primer encuentro realizado en la
Iglesia, a los haitianos se les preparo una cena “de gala”,
sin platos plásticos: “Vamos a usar la mejor vajilla para demostrarles el valor
y el amor de Dios”, relata el pastor. A partir de esta actividad se iniciaron
las reuniones de evangelización semanales. Igualmente, se utilizó un rotulo en
Creole, (su lengua natal) en el sitio en donde los haitianos usualmente se
proveían las papas y otros productos que venden en la calle, para
anunciar los cultos que se desarrollan hasta el día de hoy, todos los
domingos al caer la noche.
Durante el servicio religioso, a los niños menores de 10 años se los entretiene con actividades recreativas y una enseñanza bíblica. La Comunidad Cristiana de Adoración y Júbilo también refuerza su español y les brinda un refrigerio al final de la sesión.
Todos los domingos en la noche, un grupo de haitianos asiste al culto de la iglesia Comunidad Cristiana de Adoración y Júbilo.(GABRIELA TÉLLEZ)
Según datos
de Migración del año 2013, se registraron 404 movimientos migratorios de parte
de los haitianos, sin embargo entre la comunidad se cree que existe un grupo de
al menos 150 personas, que en su mayoría no piensan establecerse en el país
porque su visión de Costa Rica es la de un puente que los lleve a una calidad
de vida mejor, y que les permita superarse para tener los medios
económicos para emigrar hacia los Estados Unidos, cuenta Aneus
Ives, quien llego a territorio nacional hace ocho años con la idea de que
Costa Rica era un país rico. “Pensaba
que Costa Rica era un país como los Estados Unidos, o Canadá donde hay dinero. Pero
cuando llegue aquí la situación fue diferente, aunque es mejor económicamente
que mi país, no es un país como pensábamos, como yo personalmente pensé”, Aneus
Ives, haitiano que reside en Costa Rica.
Todos los domingos en la noche, un grupo de haitianos asiste al culto de la iglesia Comunidad Cristiana de Adoración y Júbilo.(GABRIELA TÉLLEZ)
“Pensaba que
Costa Rica era un país como los Estados Unidos, o Canadá donde hay dinero. Pero
cuando llegue aquí la situación fue diferente, aunque es mejor económicamente
que mi país, no es un país como pensábamos, como yo personalmente pensé”.
Los primeros
haitianos que arribaron a territorio nacional, al no poder hablar el idioma
español se les dificulto aún más encontrar un trabajo formal, así que siguiendo
el ejemplo de muchos nicaragüenses, decidieron “tirarse a la calle” para
sobrevivir, a pesar de que algunos de ellos saben desarrollarse en
labores como la mecánica o la pintura de casas.
Ellos se
declaran como una comunidad de “gente buena”, sin problemas judiciales
conocidos.
Muchos haitianos trabajan en los alrededores del parque de las Garantias Sociales, en San José, vendiendo diversidad de productos comestibles para sobrevivir. A pesar de ser un “trabajo honrado”, la mayoría se avergüenza de esta labor, pues sus expectativas laborales en suelo tico eran otras. La barrera del idioma incide en que no puedan desempeñar acá el oficio que aprendieron en su tierra natal.(GABRIELA TÉLLEZ)
“Puedo
decirlo sinceramente, nosotros los haitianos no tenemos vicios, ninguno toma,
ninguno fuma, somos gente luchadora, respetuosa y le agradecemos a Dios por el
pastor William que nos buscó“, cuenta Ives, quien colabora como el “Lider
Pastor” en los cultos que se brindan en el lenguaje Creole todos los domingos,
preparando cada sesión con una temática “Cristocentrica” para compartir con los
haitianos residentes en Costa Rica.
Este proyecto
de solidaridad se extiende hasta Haití, en donde la iglesia apoya a un comedor
que le brinda ayuda a 187 niños a través de las donaciones hechas por los
asistentes de la
Iglesia. Durante el servicio religioso en el recinto de San
Sebastián a los niños de hasta 10 años, se les atiende con
actividades recreativas y una enseñanza bíblica, además de reforzarles el
español y se les brinda un refrigerio al final de cada sesión.
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